El “aya taki”, es aquella canción fúnebre que se blande en la despedida del Mundo Andino donde la muerte es apenas otro paso, otro mundo. Se rememora al ser querido en la familia y también se le “canta” en público, como ahora amerita hacerlo con Federico García Hurtado de Mendoza (1937 -2020). Qosqoruna, artista en toda la dimensión de la palabra. El pasado 23 de octubre se nos adelantó y entre otros grandes amautas del Qosqo, ha dejado un gran vacío y a la par un gran legado. Nos acercó al Ande vivo con poesía impresa en su trabajo cinematográfico, y ahí perdura Kuntur Wachana (1977).
Inmortalizó en el séptimo arte a los personajes más manoseados pero menos estudiados de nuestra historia libertaria. “La leyenda de Melgar” (1981) y “Túpac Amaru” (1984) son dos retratos de ello. La veta de su sensibilidad radica en la cosmovisión andina que nos permite conocer en más de 10 películas como “El caso Huayanay”, “El socio de Dios” y “Laulico”. Destacan también las cintas “La manzanita del diablo”, “La yunta brava” y “El forastero”, estas dos últimas realizadas a principios del nuevo milenio. Indesmayable junto a su compañera María del Pilar Roca, ha desarrollado una intensa vida creativa e intelectual donde podemos apuntar los libros, “El paraíso del diablo” (2003), “Pachakuteq: Una aproximación a la cosmovisión Andina” (2004) y “Piel de fuego” (2007).
“Fico amaba el Cusco, amaba su pasado y quería la identidad de su gente, quería a Túpac Amaru, quería que la gente se identificara con él porque era un ser honesto, alguien que teniéndolo todo lo dio todo por cambiar nuestra historia. Fico creía en la independencia del Perú porque consideraba que seguimos siendo una colonia donde se maltrata a nuestros pueblos y el centralismo concentra y decide por el Perú. Fico amaba la libertad, era un libre pensador difícil de encasillar, rompía esquemas y ese es también su aporte a la peruanidad”, nos dice Pilar Roca quien sigue defendiendo su obra, tristemente invisibilizada por el actual Ministerio de Cultura. Al Estado peruano, como él mismo dijera “sólo le debe encierros y persecución”.
Demostrando que nadie es profeta en su tierra, “Kuntur Wachana” se hizo ganadora del Premio de la Federación Internacional de Críticos de Cine en la 10ma edición del Festival Internacional de Cine de Moscú. “Tupac Amaru” fue un éxito de taquilla en 1984 y es considerada en el Festival de Tokio de 1986, como uno de los films más representativos del cine latinoamericano de todos los tiempos. Sus cintas se han exhibido en América, Europa y Asia, donde al presente se les estudia como corresponde en diferentes universidades a las que también fue invitado en calidad de conferencista. Entre los numerosos premios que recibió señalaremos el Premio de la Prensa Internacional en el Festival de Cine de Biarritz y el Premio Saúl Yelín del Comité de Cineastas de América Latina.
Federico García vuelve al Qosqo y vivirá para siempre en su amada Calca, al clamor del Valle Sagrado. El Cusco es la tea donde más fuerte arderá su memoria. Los distintos reconocimientos alrededor del mundo hacen de su obra patrimonio de nuestra cultura que debe ser custodiada como se hace con el patrimonio material e inmaterial. Hablamos de la herencia espiritual de nuestro pueblo. Si un homenaje le debemos, el único camino es asumir nuestra andinidad. Pensar en andino y reconocernos como tal, al lograrlo acogeremos el legado de Fico García. Es necesario también, iniciar una cruzada por el rescate de sus cintas cinematográficas, que entre otras joyas nacionales, deben incluirse en el proceso de aprendizaje de los estudiantes peruanos.
El Cusco llora a un hijo querido y a poco más de un mes de su partida, le cantaremos como se debe, hoy viernes desde las 4:00 pm, en la Sala Machupicchu del Centro de Convenciones de la Municipalidad Provincial del Cusco. Todos los que desean ser parte están invitados junto a sus amigos, familia y nuevas generaciones de cusqueños y cusqueñistas.