“Viejos amigos” tres grandes actores en una pésima película

Otra de las películas peruanas que esta participando en la competencia de ficción del 18 Festival de Cine de Lima, es Viejos amigos, del cineasta Fernando Villarán, una historia que no convence, un guión que arrastra las taras del cine peruano, dónde  tres grandes actores intentan contagiarnos su “nostalgia y humor”. Pero cuando un guión no tiene nada bueno que contar,  la historia no puede ser salvada ni siquiera por Carlos Gassols, Enrique Victoria y Ricardo Blume.

El tema creativo en una película es fundamental, las historias están hechas de ideas, y cuando no hay ideas ni creatividad, se realiza algo como Viejos amigos. Nadie duda del talento de los tres actores antes mencionados, pero hacer cine, no es solo contar un par de chistes, y salir a recorrer la noche en un auto por todo el Callao.

Viejos amigos es una chanfainita  bien peruana, que se parece a Rocanrol 68, pero  con tres ancianos que inspirados por la ceniza de su amigo, deciden vivir una noche al límite. Vale el intento pero sigue siendo una historia trillada, que nos hace también recordar  una larga lista de películas de viejos actores.

La fotografía es lo más rescatable,  en las actuaciones lo más terrible son los jóvenes, se nota demasiado que les falta pisar más tabla, personificar a un joven de barrio chalaco no es solo hablar como él, sino también, es transmitir la actitud y el contexto histórico porteño. Los gestos y los detalles valen más que las palabras.

Otra de las cosas que deben aprender los cineastas es a dirigir no-actores, en varias escenas se cae la película, sobre todo en esa escena cuando Enrique Victoria llega con los músicos en el taxi, y lo único que hacen los músicos es pararse a un costado y agachar la cabeza o esconder el rostro. No me creo la historia, no me creo lo que intentaron contar.  Lamentablemente esto también es parte de nuestro cine peruano.