Daniel Arturo Corcuera Osores (Trujillo, 30 de setiembre de 1935) partió hacia el eterno viaje la noche del domingo 20 de agosto a los 81 años de edad. Según fuentes cercanas, Corcuera estuvo desde hace algunos días en cuidados intensivos luchando por su vida, víctima del cáncer.
La noticia, confirmada por su hija, la artista plástica Rosamar Corcuera, confirmó el rumor que circuló en redes sociales el fin de semana. El velorio del poeta (uno de los últimos de su generación, una que de la que ya van quedando solo sus libros y sus enseñanzas) se realizará hoy, desde la 1 p.m., en la Casona de San Marcos.
Arturo Corcuera es autor de clásicos latinoamericanos como “Noé Delirante”, “Primavera Triunfante”, “Las sirenas y las estaciones” y “Puente de los Suspiros”. Además, representó en 1972 al Perú en la Bienal de Poesía de Knokke, Belgica y en 1984, presidió la sesión poética en el Congreso Mundial de Escritores de Bulgaria. En 2002 recibió el premio Atlántida, en España y el Trieste, en el 2003, en Italia.
Este años el poeta recibió un merecido homenaje en la última edición de la FIL Lima 2017. En palabras de la poeta Alessandra Tenorio: ¿Qué es la personificación de la pena, sino despedir a un buen amigo? Arturo a pesar de su grandeza tenía una gran generosidad (cualidad que por estos día es tan escasa), un corazón generoso y una vitalidad que todos envidiamos. Lo recuerdo subiendo al Cumbemayo ofreciéndoles pastillas o caramelos de limón a quien lo necesitaba, promoviendo la poesía en la Casona de San Marcos, escribiendo mails maravillosos que en realidad eran poemas… Lo recuerdo leyendo su texto de tarzán y contando anécdotas. Hasta siempre, querido Arturo. Entendemos, como dice tu poema “que si el corazón se fatiga… ([es] el precio de tanto amor)”.