Víctor Zamora intenta lavarse las manos por las compras de las pruebas rápidas
El exministro de Salud Víctor Zamora sabía que las pruebas rápidas no servirían de nada, pero a pesar de ellos las fomentó en lugar de las pruebas moleculares.
Ayer el doctor Víctor Zamora sostuvo un abrasador debate en vivo con el biólogo y expresidente del Instituto Nacional de Salud (INS) Ernesto Bustamante. En aquel encuentro Bustamante le increpó al exministro que no se puede hablar de una buena gestión en Salud durante la pandemia porque los resultados han sido catastróficos.
No obstante, el doctor Zamora en un afán de defenderse respondió que no se puede centrar un debate nacional única y exclusivamente basado en las pruebas rápidas, porque desde su perspectiva el sistema no tuvo acceso a laboratorios y a pruebas moleculares.
Sin embargo, él mismo reconoció que tampoco se debieron usar las pruebas rápidas para el diagnóstico del Covid cuando se inició la pandemia, porque eso era lo que había en ese momento, tal como se transcribe literalmente en su réplica: “Por supuesto que no se debieron usar las pruebas rápidas, pero eso era lo que teníamos el 20 de marzo, cuando asumo la responsabilidad, y lo he repetido innumerables veces”.
Pero lo que no dijo el exministro Víctor Zamora es que la antecesora del portafolio que él asumió el 20 de marzo, la exministra Elizabeth Hinostroza ya había ordenado comprar un importante lote de pruebas moleculares para iniciar con mayor certeza los despistajes del virus del Covid; y ¿qué hizo él? Simplemente ordenó anular aquellas compras, y en su lugar decidirse por las millonarias importaciones de las ineficaces pruebas serológicas, más conocidas como pruebas rápidas.
Lo cierto es que, siempre se supo que incluso la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda este análisis serológico para diagnosticar a un paciente que necesita atención, porque de resultar positivo, simplemente detectan los anticuerpos de infecciones pasadas o recientes y si ésta prueba se realiza al inicio del contagio o si la persona se ha infectado durante la última semana, hay gran probabilidad de que el resultado sea negativo. Y eso Zamora lo sabía en su calidad de medico; y a pesar de todo decidió que el Estado peruano gaste millones en esas inútiles pruebas, mientras que miles de peruanos morían en serie por falta de un despistaje responsable.
Justamente, el renunciante Procurador Anticorrupción Amado Enco había remitido un documento formal a la Fiscalía Anticorrupción para que le inicien una investigación preliminar al exministro Víctor Zamora, a la ministra de Economía María Antonieta Alva, y al mandatario Martín Vizcarra, porque había indicios de que ellos habrían cometido el presunto delito de colusión, precisamente en la adquisición de las pruebas rápidas a través de la Central de Compras Públicas: Perú Compras.
A pesar que la OMS recomendó a los Estados en el mundo, el uso de pruebas moleculares, el presidente Martín Vizcarra, la ministra de Economía María Antonieta Alva y el exministro de Salud Víctor Zamora hicieron caso omiso a esa recomendación y cambiaron de estrategia abruptamente sin mayor sustento técnico para controlar la pandemia y fue así que optaron por darle prioridad a las adquisiciones de las pruebas serológicas.
Luego de siete meses de emergencia sanitaria, vemos que los resultados han sido nefastos para nuestro país, con una política sanitaria y un manejo de crisis desastroso; es decir, el peor del mundo y eso sin contar el feroz colapso económico que sufre el país actualmente. Digamos que, aprovecharon el pánico de la pandemia para realizar festines de corrupción.
Víctor Zamora sabía que las pruebas rápidas no servirían de nada, pero a pesar de ellos las fomentó en lugar de las pruebas moleculares; y hoy somos testigos por qué se incrementaron los enfermos y las camas UCI y por qué hubo más contagios, a pesar que siempre se le quiera culpar al vulgo por su irresponsabilidad de no acatar el aislamiento social.