Víctor Vich y Miguel López responden a Eduardo Villanes

Víctor Vich y Miguel López responden a Eduardo Villanes

Debido a la entrevista publicada el día 11 de febrero del 2013 en la página web de la revista, hemos decidido publicar la respuesta sobre dos de las personas que han sido mencionadas por Eduardo Villanes. Tanto Víctor Vich como Miguel López han dejado su comentario respondiendo a lo dicho por Villanes en la ENTREVISTA.

VÍCTOR VICH

Soy uno de los agraviados.

Lo primero que quiero decir es que por la salud futura de esta revista, estos cometarios, es decir, los comentarios de descarga de los involucrados, deberían aparecen en otro lugar, en un lugar más visible.

Si la revista acepta denuncias de este tipo, debería buscar a todos las partes y corroborar los datos. No solo no se puede difamar a alguien de esa manera, sino tampoco se puede poner a disposición un espacio para que se difame así.

Lo segundo que quiero decir es que Villanes miente y no entiendo la razón de sus mentiras.

Yo no lo conozco, nunca he ido a su taller y nunca he hablado personalmente con él.

Hace unos años le escribí, si, solicitándole una imagen de su obra y él me la envió amablemente y sin problemas. Luego de un tiempo largo, sin embargo, recibí un mail, diciéndome que ya no podía utilizar sus imágenes en mis clases ni en ningún otro lugar porque desde ese momento el cobraría por ellas. Le respondí que estaba de acuerdo y que no las usaría más. Cumplí mi promesa.

Hace dos años publiqué un libro con Gustavo Buntinx. Dos imágenes de la obra de Villanes aparecieron en ahí en el ensayo de Gustavo. Una si tuvo autorización. La otra fue un error, un descuido, y por ese error se llegó a una conciliación entre la casa editorial y el propio Villanes. Todo termino en un acuerdo. Nunca hubo mala fe.

Yo no he curado nunca una muestra en telefónica. No he tenido, ni tengo una relación con ellos. No he trabajado en ningún proyecto con Telefónica.

Una vez, si, recibí una invitación del MALI para dar una charla sobre la obra de Fernando Bryce y acepté. Pensé que la daría en el auditorio del MALI pero luego me dijeron que tenía que darla en el auditorio de telefónica. Esa es la única vez que he hecho algo ahí. Nada más.

No se puede agraviar a alguien de esa manera y tampoco difundir imágenes de ese tipo.

El periodista que entrevistó a Villanes, debería volver a entrevistarlo y preguntarle si lo que digo es falso o no.

No conozco a Villanes personalmente, nunca fui a su taller, no me he aprovechado de su obra. Nunca, he tenido un proyecto con telefónica.

Por último quisiera añadir que me parece bien que los artistas cobren el derecho de reproducción de su obra. Que eso se regule y se esclarezca para todos. ¿Los poetas también cobraran por citar sus poemas?

Y también quiero decir que, como cualquier ciudadano del Perú, sufro a telefónica todos los días y no estoy de acuerdo con las últimas negociaciones producidas por este gobierno, que es una decepción en muchos sentidos

Exigir disculpas es quizá ridículo. Pero enviarlas y recibirlas sería el signo de una calidad distinta.

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MIGUEL LÓPEZ

La acción de Telefónica fue sumamente grave, un comportamiento absurdo y ojalá pierdan ellos el juicio si no lo perdieron ya!!!!! pero me apena que Villanes se deje llevar inútilmente por una animadversión que se vuelve equívocamente personalista, y más aún por la mezquindad que demuestra en esos tristes comentarios sobre Augusto del Valle y Jorge Villacorta, así como de los otros mencionados.

Y eso de decir que todo fue silencio y que todos se quedaron callados es falso! Tan solo hace falta googlear el hecho en internet para ver, por ejemplo, que en mi blog condené enérgicamente la censura en el momento inmediato, y creo que fui uno de los que hizo circular la información más rápidamente por mail y a través del blog reproduciendo la información censurada.

Aquí literalmente fragmentos de mis palabras sobre el hecho: ” (…) triste y deplorable (auto)censura de la institución Centro Fundación Telefónica de Lima que había invitado al artista para una exposición individual en la Sala Plasma. Una ‘autocensura’ que implicó el borrado del nombre de la institución (Fundación Telefónica), la dirección y los horarios de visita del catálogo impreso. (…) Tal actitud, por demás grosera y torpe, no sólo pone en serio entredicho la seriedad, responsabilidad y capacidad ética de tal institución para asumir las dimensiones críticas de la producción cultural, cuyo papel –de la producción artística, así como de toda manifestación estética– es precisamente poner en agenda pública una serie de cuestiones que nos competen a todos como sociedad civil; sino adicionalmente deja en evidencia que para esta institución el responder a las lógicas e intereses corporativos ya impuestos son mucho más importantes que asumir su papel como mediador público de un debate tan urgente y necesario en el cual estamos todos involucrados. Es realmente lamentable y vergonzoso.” (http://arte-nuevo.blogspot.com/2010/06/vergonzosa-grosera-y-torpe-censura-de.html)

Yo desde el 2008 vivo en el extranjero y en el preciso momento de la censura estaba fuera del Perú pero desde la distancia denuncié públicamente el atropello, incluso pidiendo comentarios y opiniones a personas que sí estaban en Lima, y reposteando en un nuevo post los comentarios que hubieron sobre esa entrada de la censura. Hasta le envié un mail sin conocerlo personalmente para pedirle autorización para publicar la información en una revista que nunca llegó a salir.

Al margen del accionar de Telefónica que debe ser enérgicamente condenado, creo que todas esas otras cosas ofensivas que él dice gratuitamente no se condicen con los hechos, y realmente desmerecen lo que pretende defender. No solo dan que pensar este tipo de declaraciones donde procura victimizarse de una forma oportunista (y repito, faltando claramente a la verdad), sino también la limitación periodística de una revista online que no es mínimamente capaz de verificar las afirmaciones esgrimidas –algo muy fácil de hacer por internet.

Creo que se pueden plantear argumentos críticos sobre la relación entre los artistas, la institución y la censura, que no caigan en esa indignidad ofensiva tan cargada de altanería, desinformación y desprecio que demuestra. Villanes es un gran artista pero este espectáculo es una lástima, realmente.