Miles de personas cruzan a diario el puente Trujillo, en su mayoría todos provienen de los conos más poblados de Lima, como San Juan de Lurigancho y Comas. Apoyarse en la baranda del puente y contemplar lo que fue la obra vía Parque Rímac, se ha convertido en una postal del desastre para los peatones.
Lejos del facebook y de los memes en la lucha por el Sí y el NO en esta revocatoria, hay un río que habla fuerte y ese es el Rímac. Un proyecto que terminó en desastre, una obra paralizada hasta abril y una gran inversión de dinero perdido.
Esta postal del desastre, ha generado que la gran mayoría de personas que cruzan el puente observen gratuitamente “el gran error”, querer controlar la naturaleza en portugués, le costará a la alcaldesa Susana Villarán una gran cantidad de votos en las próximas elecciones de la revocatoria.