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Verónika Mendoza se reafirma en que nacionalizará el Lote 31-C de Ucayali
Lo haría para “recuperar la soberanía sobre el gas”.
Entre populismo y demagogia la candidata presidencial de Juntos por el Perú (JP), Verónika Mendoza, anunció desde Pucallpa – Ucayali que nacionalizará el gas producido en el Lote 31-C, ubicado en la región amazónica. Dicho lote pertenece a la empresa Aguaytía Energy, filial de la empresa de generación Kallpa.
“No es posible que, teniendo gas en Aguaytía, el balón esté costando 50 o 55 soles. Tienen un gasoducto que ya está tendido, por lo que es fundamental recuperar la soberanía sobre ese recurso para garantizar la masificación, tantas veces prometidas pero que hasta ahora no se hace realidad”, señaló Mendoza Frisch durante una reunión con las organizaciones sociales e indígenas, realizado en Pucallpa.
Durante su visita por la región nororiental del país Mendoza aprovechó la oportunidad en criticar el gobierno de Martín Vizcarra, debido a que este último accedió a ampliar la concesión por diez años más a la empresa Aguaytía Energy (Kallpa), sin consultar a la comunidad y en plena pandemia; Mendoza refirió que lo correcto era cortar o culminar el contrato con esa empresa.
En Pucallpa, Mendoza Frisch fue recibida por representantes de la Organización Regional Aidesep Ucayali –ORAU y organizaciones de mujeres artesanas Shipibo-Conibo, quienes expusieron parte de su arte y tradiciones.
La candidata de JP, destacó que la Amazonía no puede ser vista como una gran despensa de petróleo, recursos naturales o de materias primas que hay que depredar, contaminar o rematar a las empresas transnacionales; sino al contrario indica que hay que valorar sus recursos y conocimientos de los pueblos indígenas, destacando la necesidad de políticas interculturales, reconocimiento de los pueblos indígenas y la titulación de sus territorios.
La lideresa izquierdista, a falta de menos de tres semanas para las elecciones generales, según la última encuesta elaborada por CPI (Compañía Peruana de estudios de mercado y opinión pública) la posiciona en el quinto lugar con un 5.9%, pugnando un sitio en lo que sería la segunda vuelta.
Sus medidas, entre el cambio de Constitución, la expropiación temporal del oxígeno medicinal o la intervención a algunos medios de comunicación que propalen, según ella, “desinformación” la convierte en una candidata que para muchos resulta una solución radical pero eficaz. Sus puntos en contra van desde la simpatía con el régimen de Hugo Chávez o el acercamiento con Evo Morales y los familiares de éste.