Vero no sorprende, lo que sorprende es que ganara las primarias del Frente Amplio alguien tan apática como ella, alguien que se enoja si la llaman guapa (para contentar a las votantes estéticamente desaventajadas, supongo) y que es incapaz de arrojar una sonrisa sincera a sus posibles (y cada vez menos ) electores.
Su candidatura no levanta por más que diario Uno dirigido por Cesar Lévano se esfuerce en darle primeras planas constantemente. El periodista Carlos Tafur, muy acertado en sus chapas a los políticos, la llamó la Lourdes Flores de la izquierda. Y creo que sin embargo exagera, Lourdes si sabía sonreír ya hasta se esforzaba en hacer el ridículo bailando. Cuando menos tenía gracia en eso. En cambio Vero nada. Sus declaraciones a la prensa son aburridas, hay más emoción leyendo a Kant que escuchándola hablar.
A cualquier pregunta concreta Vero solo acierta a responder como una catedrática de sociales de la Católica, dando el estado de la situación (pero por Dios, ¡si hasta Abraham Levi es una puta fiesta dando el estado del tiempo en las Galápagos!). Mucho análisis y poca transmisión de información interesante, que despierte la atención.
Es importante como se desenvuelve el político ante la prensa y como se mueve por las redes. Alan sabe lo que busca cuando declara a la prensa, Nano Guerra comenzó a ser visto por las cámaras de televisión con sus jingles (marca Raffo) que mandan a la M y al ajo a los demás candidatos; Julio Guzmán se mueve bien en redes con un aire entre campechano y honesto; Urresti es un gritón que insulta a medio mundo y eso hace que no sea ignorado por la televisión, que adora ese tipo de agresión verborreica. Otros manejan un formato distinto como Keiko, pocas palabras pero concretas (igual lleva la cruz de su padre).
A este respecto sorprende que los sectores sociales reclamados por la izquierda sean los sectores más derechistas del país, los segmentos D y E son abierta y fuertemente fujimoristas, y en provincias se van por Acuña. Esto se explica porque son popular pragmáticos. Prefieren que su alcalde o presidente robe con tal que haga obra. En ese sector las ofertas progres de aborto por violación no van, de unión civil no son prioridad, y Nicaragua lo va ser la legalización de la hierba. Hace falta que Vero vea la realidad y encuentre la forma de llevar su mensaje a los ciudadanos o ninguno de sus candidatos al Congreso que en estos días se eligen alcanzará un curul en el congreso. Y eso sí sería grave (un congreso sin izquierda).
A Vero le hace falta encontrar su formato, y que se vaya dando prisa, porque faltan algo de 11 semanas y el tiempo se va volando. No vaya ser que votar por ella acabe siendo una moda hipster, como parece que ya es.