Podremos estar a dos puntos del repechaje, pero en el juego continuamos a millas de distancia de los puestos de vanguardia. La selección peruana superó 1 a 0 con gol de Christian Cueva a su par venezolano en un partido donde más valió las ganas de lucha, sin embargo, el fútbol estuvo ausente.
En el primer tiempo, se pudo notar ciertas variables: Anderson Santamaría, siendo autosuficiente y jugando con el corazón del hincha, casi malogra la fiesta al ceder un balón a un rival venezolano que no supo aprovechar el presente. Las triangulaciones entre Yoshimar Yotún, Christian Cueva y Edison Flores ya no son las mismas que en las Eliminatorias pasadas. Ningún jugador peruano fue capaz de frenar los arranques de ingenio de Yeferson Soteldo y continuamos desperdiciando las pocas ocasiones de gol que creamos.
En ese contexto, Mikel Villanueva se vistió de blanquirrojo a los 35’ iniciales al dar un pase sumamente débil a su compañero sin ver a su alrededor. Es en ese momento que Cueva interceptó. El hombre del Al-Fateh saudí, ni corto ni perezoso, aprovechó el regalo y se dirigió al arco de Wilker Faríñez. Apuntó, disparó y el balón ingresó a la portería rival donde el guardameta se lanzó al lado equivocado. Gol peruano. Cueva celebró señalando al cielo.
La alegría fue desbordante y, tres minutos después, casi se vuelve infinita cuando Tomás Rincón fue expulsado tras una severa falta al 10 peruano. Lo sacaron del campo por doble amarillo ya que 10 minutos antes fue amonestado por una artera patada a la boca de Gianluca Lapadula que le movió dos dientes. El ítalo peruano escupía sangre, pero vale destacar que no se achicó en un ningún momento.
Sin embargo, con casi una hora de juego con un hombre más en el campo, la selección jamás supo aprovechar esta ventaja ni manejar el partido a sus anchas. En el resto del partido, incluido el segundo tiempo, siempre sufrió con los ataques de Soteldo, Jefferson Savarino y Eric Ramírez. No controló el balón en el mediocampo ni tampoco se entendió la decisión de Ricardo Gareca al jugar con doble 9 tras los ingresos de Paolo Guerrero y Raúl Ruidíaz, pues no supieron complementarse en los más de 15 minutos que jugaron.
El equipo de Ricardo Gareca ganó por primera vez de local. Se quitó esa pesada mochila, lo cual es aplaudible, pero deberá mejorar mucho más pues el jueves, el siguiente rival será el pentacampeón del mundo, Brasil. Perú se ubica ahora en el sétimo puesto con 8 unidades, a dos del quinto lugar, ocupado por Colombia, que da derecho al repechaje.
Por fortuna, el resto de países tampoco la pasa bien: Uruguay, en el cuarto lugar, no convence con su juego. Colombia tiene 15 anotaciones en contra lo que le da una diferencia de goles de menos dos. Paraguay, un puesto arriba de Perú, sigue cosechando dudas al solo tener un partido ganado de ocho disputados. Chile se encuentra más abajo, lo cual dice mucho.
También debemos agradecer a Mikel Villanueva por vestirse de Papá Noel adelantándose tres meses a navidad. Vale destacar que él vino a ser la cuarta opción en la zaga defensiva, pues en el encuentro previo ante Argentina, Venezuela alineó a Nahuel Ferraresi y José Velázquez. Este último se lesionó, por lo que ingresó Adrián Martínez, que luego fue expulsado por una criminal entrada a Lionel Messi. Es allí que, ya sin otra opción, el entrenador Leonardo González ordena que Villanueva entre al campo.
Perú: Gallese; Advíncula, Santamaría, Callens, López; Tapia (Cartagena), Yotún (Gonzáles), Carrillo, Flores (García), Cueva (Ruidíaz); Lapadula (Guerrero).
Venezuela: Faríñez; Hernández, Ferraresi, Villanueva (Chancellor), González; Rincón, Moreno (Castillo), Savarino (Bello), Soteldo (Otero), Murillo (Martínez); Ramírez.