Libertad bajo Palabra / Percy Vilchez Salvatierra

Valor y falencias de la poesía peruana

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Si algo es bueno y excelente es un deber decirlo y no ocultarlo como se suele hacer en este país en todos los órdenes donde priman las mafias o la cobardía. Si algo es malo y nefasto, también, es un deber hacerlo saber para que se entere toda la gente y no dejarlo pasar como, también, se suele hacer, en exceso, en este país, sobre todo, en el ámbito de su literatura.

Decirlo y fundamentarlo nombre por nombre, cuando corresponde, es una exigencia estética y ética porque sin ese esclarecimiento solo se logra que todos los escritores y «escritores» vivan en una burbuja aséptica (aunque al mismo tiempo ponzoñosa, ¡vaya paradoja!) en la que disfrutan de sus miserias mintiendo, una y otra vez, sin atender a la realidad.

Al Perú ya le iba muy bien en torno de su poesía mucho antes de Vallejo gracias a Chocano (que fue el máximo poeta latinoamericano de su tiempo junto con Darío, aunque esto se le olvide maliciosamente a medio mundo). Eguren, también, era respetado continentalmente. Incluso, Prada (cuya fina poesía está en las antípodas de su encendida prédica ensayística).

Hidalgo fue propuesto al Premio Nobel de Literatura por los argentinos y Parra del Riego es un poeta nacional para los uruguayos, pero, aquí dan lo mismo que cualquiera y solo son valorados por muy pocos entendidos.

En términos de estilismo y de finura, incluso de ruptura en el lenguaje o de un mero ánimo de vanguardia, al Perú, respecto de su poesía, le va muy bien en todas partes y eso es lo más fuerte de su tradición, pero la poesía no es solo eso y no puede ser solo eso.

Luego, hay una inmensa falta de ambición que proviene de la falta de una disposición hegemónica de parte del propio país y eso afecta a sus escritores.

Ante libros como Canto General o Residencia en la Tierra, la vastedad de la obra entera de De Rokha, la oscura imaginación pródiga en símbolos de Mahfud Massis (solo deteniéndonos en Chile, maldita sea, «por la razón o por la fuerza»), ¿qué libros puede oponer la poesía peruana en los mismos términos?

¿Cómo es posible que casi no haya épica en la literatura peruana y que eso no se analice como una falencia gravísima?

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