Nada es casualidad en política. Anoche el actual mandatario Francisco Sagasti, en una entrevista de más servicial, se ufanaba que en la brevedad de este mes estarán llegando, por lotes, más dosis de la vacuna china Sinopharm, se ha revelado a través del portal Ojo Público que el ex presidente Martín Vizcarra llegó a reunirse en el mes de octubre del año pasado con el embajador de China, dos semanas después de su primera inoculación de forma oculta.
Esas reuniones se lograron descubrir luego de que Ojo Público revelara los correos electrónicos donde se coordinaban las visitas a palacio de los diplomáticos chinos. Según los correos, de fecha 16 de octubre de 2020 se logra apreciar el nombre del embajador Lian Yu, sin embargo esa entrevista, tal como indica el acta de registro, se anota como “entrevista de trabajo” y no se anota que iba a ser una reunión con el presidente del ejecutivo.
Esa reunión, efectivamente, se concretó el 19 de octubre a las 11 de la mañana.
Esa reunión no se realizó por mero azar, sino que ya fueron conversadas entre ambas diplomacias meses atrás a través del embajador de Perú en China, Luis Quesada Incháustegui, quien tuvo un rol activo en las negociaciones con el laboratorio Sinopharm desde finales de mayo del año pasado. “Fuimos el intermediario entre la empresa farmacéutica china y las entidades peruanas que participan en este proyecto”, sostuvo en agosto para un medio local.
A diferencia de otras investigaciones de vacunas para la Covid-19 en Perú, el ensayo clínico de Sinopharm fue promocionado como un acuerdo entre los gobiernos de Perú y China. El 20 agosto de 2020, se hizo oficial el inicio de las investigaciones, en una conferencia de prensa del presidente del laboratorio, Liu Jingzhen en Beijing; donde también participaron autoridades peruanas como el embajador Quesada Incháustegui.
Fruto de esas negociaciones el Estado Peruano acordó la compra de más de 13 millones de dosis de la vacuna china. Esa millonaria adquisición no fue confirmada sino hasta enero de 2021, durante el mandato de su sucesor Francisco Sagasti, quien no ha observado al menos esa contratación y se ufana de la llegada de esas dosis, sin apreciar el origen turbio de las mismas.