Una mente maestra: niño de 12 años ingresó a San Marcos para estudiar Ingeniería Nuclear [VIDEO]

Mientras la mayoría de niños de su edad se la pasan jugando en el celular de sus padres o viendo videos de Tiktok sin un propósito alguno, Alexander Pimentel Lyakh ha conseguido algo que para muchos adultos les cuesta uno, dos o más años. El niño de tan solo 12 años ha sido admitido en la prestigiosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), postulando para la carrera de Ingeniería Nuclear.

Este niño prodigio, cuyo nombre resuena ahora entre los miles de aspirantes, logró posicionarse en el puesto once del reciente examen de admisión, superando a muchos competidores y asegurando su lugar entre los más de cinco mil ingresantes.

Alexander, con la vivacidad propia de su edad, comparte que su fascinación por la Ingeniería Nuclear surgió con la reciente implementación de esta carrera en San Marcos. 

Atraído por las ciencias, la ingeniería y la medicina, decidió enfrentar el desafío del examen de admisión, más por curiosidad y el deseo de probar sus capacidades que por una meta fija. Y lo consiguió, con solo dos meses de preparación, teniendo a su hermana Emita como gran apoyo.

Más allá de los libros y las aulas, Alexander es un niño que disfruta plenamente su infancia, con pasiones como el fútbol, la natación y los drones.

Su padre, Rolando, enfatiza el rol crucial del apoyo familiar para que Alexander mantenga un balance entre sus estudios y su vida de niño. 

“Siempre ha sido un chico muy dedicado y apasionado por el estudio. Le encanta su colegio, y también disfruta mucho de los drones, la natación y el fútbol. Es un niño que vive su niñez como cualquier otro”, comenta a Andina. 

Olga, su madre, originaria de Ucrania, expresa con orgullo la insaciable sed de conocimiento de su hijo. “Me siento inmensamente orgullosa, es una gran emoción y alegría. Mi hijo tiene una curiosidad infinita, siempre está aprendiendo de programas en internet sobre ciencia, biología e ingeniería”, señala.

Aunque su ingreso a San Marcos es un logro significativo, Alexander tiene la mirada puesta en nuevos horizontes. Sus próximos desafíos son las olimpiadas internacionales de matemáticas y física, y no descarta explorar la medicina en el futuro.