Un proceso de sinceramiento a lo que denominamos “actividad artística”

Escribe Jhoel Mamani Espinoza

La escritora Martha Simpson en su libro El arte es para todos, nos exponía ya en los 50’ equilibradamente algunos problemas de las artes que consideramos en la actualidad, recuerdo este fragmento como un punto de partida más para mi motivación hacia la pintura, siendo el siguiente: “cuando desaparece un gran movimiento artístico, el arte no muere enteramente; desciende simplemente hasta el nivel del arte popular, se vuelve más tradicional y menos creador”

Y es que la cita encierra un sin sabor, ya que ahora puede considerarse obsoleto al reducir peyorativamente las artes emergentes y las “nuevas” manifestaciones artísticas; sin embargo me agradó creer que dichos movimientos pudieron ser notables hasta nuestros tiempos, perteneciendo inherentemente a la historia. ¿Cómo generar otra vez un movimiento artístico?; tal vez no sea de importancia esperar la respuesta, sino más bien  sea un empuje hacia las ganas de generar arte.

No olvidemos que dichos “movimientos” consideraron importante la investigación plena, en los estudios culturales, teóricos y el ejercicio práctico en el campo “creativo” que se desarrolle. No de un día y solo para la ejecución de una obra, si no con la continuidad y disciplina que hizo que muchos de “nosotros” escojamos esta carrera, profesión, labor o como quieran llamar a tan bello camino del arte.

Una de las acciones agradables que durante la labor de los educadores se debe comprender, es poder interiorizar el proceso creativo, valorando cada parte del mismo; si no somos conscientes de la importancia, la seriedad y la disciplina que conlleva el arte, difícilmente podríamos trasmitirlo y ser asertivo en el mensaje de la obra. “las pretensiones personales y ambiciosas que no tengan definidos sus conceptos con el arte y la sociedad” rompen los lazos educativos y formales con el ámbito cultural (galerías, exposiciones, etc.) Desmereciendo a otras personas que si lo asumen como prioridad.

En la actualidad quien escribe vive en San Juan de Lurigancho, distrito que ni por segunda mención podría remitir a las artes a pesar de ser una joya patrimonial; tema que no detallaré ahora. Sin embargo, muchos de los lectores lo comprenden y asumen en su espacio, la responsabilidad de rescatar y fortalecer su identidad cultural, a través de “actividades colectivas” que no llenen de honrras y aplausos a la individualidad; sino más bien a la sociedad y las personas beneficiadas.

Para continuar mencionamos a los “artistas” término que también es importante definir, al ser el blanco generalizado hacia los actores del desarrollo, manifestación, exploración, y tantas otras actividades que en nuestros tiempo denominamos arte; así mismo llama a la reflexión pensar en la muy mencionada palabra, que durante los años de estudiante se formulaba como una crítica y solución para alejarse del término artesano, El autor de Culturas híbridas, García Canclini nos dice: “El trabajo del artista y el del artesano se aproximan cuando cada uno experimenta que el orden simbólico especifico en que se nutría es redefinido por la lógica del mercado”. Y justamente esos paradigmas en la lógica del mercado, se expandieron al punto de llegar a engrandecer a figuras mediáticas y personajes que vienen rápidamente a nuestra memoria y que deslindan enormemente con una educación en el arte.

Encaminándonos con el tema principal, se vale repetir por segunda y tercera vez  que la actividad artística debe tener consigo la educación continua y actualizada de quien lo ejerce. La investigadora Mexicana Lourdes Palacios nos dice: “No es el arte el que se ha degradado, el arte conserva su valor, es la sociedad industrial y posindustrial la que ha degrado el arte”, de esta manera se hace un llamado a la reflexión, para hacernos la pregunta, ¿Qué podemos hacer para mejorar este aparente lugar ocupa el arte? ¿Estamos teniendo un buen accionar en el arte? ¿Es consecuente nuestra idea en desarrollo de la obra? Tal vez podríamos estar más próximos a ser el movimiento que hace falta, y así empoderar las artes para el progreso cultural.

Termino por agradecer los buenos tiempos de comunicación en redes que deben ser aprovechados para el fomento y discusión en el arte.