El arte nunca fue una opción, simplemente estaba en sus
manos. Las paredes de su casa, se convirtieron en lienzos desde muy pequeña.
Mariposas y extraños pajaritos se asomaban entre las cortinas, tratando de
ayudarla a ocultar la travesura artística. Así empezó el arte de Angélica del
Rocío Flores.
Directora de Arte de profesión pero con una vocación muy
profunda por la pintura, nuestra joven artista peruana de estilo naif llega a
Lima, luego de recoger muchos éxitos en salas de exposiciones, como la Galería
Aguafuerte en México y el Latino Art Museum en California.
Esta aventura que la llevó a recorrer diversos países, empezó hace 4 años pero desde hace 10, estuvo trabajando en todas las obras que vemos hoy en día. Un giro de 360° grados, la llevó a tomar los pinceles que había dejado guardados en el último cajón, donde muchas veces guardamos algunos de nuestros sueños, por creerlos tan frágiles como una nube de algodón. El pincel y ella, se volvieron uno; dando vida a una serie de historias y personajes lúdicos, que en medio de la ternura, nos hacen reflexionar sobre nuestras vidas.
Describir su estilo pictórico, se convierte en un manantial
en medio de la vorágine de nuestra ciudad. Los suaves matices de sus cuadros se
mezclan con sus personajes delicadamente detallados. Cada uno de ellos nos cuenta
tantas emociones sin necesidad de hablar; y es ahí donde radica la esencia de
su obra.
Luego de un año intenso, viajando entre recuerdos y vivencias
del pasado, nos trae a las salas limeñas su muestra individual “Treinta y
Tres”. Una muestra con un vínculo personal muy profundo, en donde cada lienzo,
nos cuenta una historia; algunas veces propia y en otras cercanas pero ajenas.
La soledad, la alegría, el significado de la vida, el éxito y
el fracaso; son solo algunos de los temas que aborda esta muestra que podremos
ver desde el 12 de julio al 4 de agosto en
el Centro Cultural CAFAE- SE en Av. Arequipa 2985 San Isidro. De lunes a
domingo de 9am a 9pm. Ingreso libre.