Escribe Carlos Vargas
No ha triunfado la “democracia”, ha triunfado el pacto de impunidad total que anunciamos días atrás: “nadie quiere la vacancia de PPK por un escándalo que embarra a todos, pero además está el hecho de que la caída sumaria de PPK podría alentar nuevas luchas. Por eso Kenyi ya se ha pronunciado en contra”. Y efectivamente PPK se ha salvado gracias a los votos de 10 fujimoristas liderados por Kenyi Fujimori y también con los votos apristas de Jorge del Castillo y Luciana León.
Esta es la prueba definitiva de que la vacancia no fue un intento de “golpe fujiaprista” motivado por la supuesta “lucha contra la corrupción” emprendida milagrosamente por el Tribunal Constitucional y la Fiscalía de la Nación, sino una alternativa de gobernabilidad tan legítima para la burguesía que ha terminado dividiendo el voto al interior de casi todas sus bancadas: “los plazos de la vacancia le dan a la CONFIEP el tiempo que necesita para medir la fuerza de las movilizaciones que se han convocado. Si estas se extienden y radicalizan, la vacancia o renuncia de PPK será la mejor alternativa”. Y como las movilizaciones contra PPK bajo la consigna ¡Que se vayan todos! no se extendieron ni radicalizaron, la balanza parlamentaria se terminó inclinando por el pacto de impunidad total entre PPK, Keiko, la APRA y Odebrecht.
Seguramente alguna gente que se cree inteligente dirá que Kenyi y Del Castillo salvaron a PPK por temor a que se dieran más movilizaciones contra el “golpe parlamentario”. Y aquí es necesario aclarar que hasta el día de hoy no se ha producido ninguna movilización real contra la vacancia, porque no se puede llamar movilización al puñado de manifestantes que salieron el sábado pasado convocados por el movimiento liberal “No a Keiko”.
La única movilización seria de las últimas semanas ha sido la del día miércoles donde la consigna principal fue ¡Que se vayan todos! y no la trampa “salvemos la democracia apoyando a PPK”. Aquí no hay mal menor. La vacancia de PPK con los votos del fujimorismo tampoco hubiera sido un “triunfo popular” como ha planteado, más allá de las frases, el cura burgués Marco Arana y su frente popular con la CUT. El hecho es que las masas le han impuesto la consigna ¡Que se vayan todos! pero jamás su “Frente Amplio” ha llamado a una verdadera movilización revolucionaria para traerlo todo abajo. Arana esperaba que sea el congreso fujimorista quién saque a PPK de forma “ordenada y constitucional”, es decir, con la constitución del golpe del 93.
Tanto la izquierda de Arana como la de Mendoza han planteado distintas salidas a la crisis que conducen al mismo resultado: el triunfo de la “democracia” de Odebrecht. Es evidente que “Nuevo Perú” está quedando a los ojos de los trabajadores conscientes como un partido más de las empresas corruptas, sobre todo cuando Marisa Glave no ha terminado de explicar su vínculo real con la campaña contra la revocatoria de Villarán, financiada por la empresa brasileña. Peor aun cuando esta semana ya han firmado una pre-alianza con el frente de Yehude Simon, el genocida de Bagua.
Por otro lado, Arana tampoco se libra del todo ya que muchos ven, desde otro ángulo, que ha pactado con el fujimorismo y que no está realmente dispuesto a luchar para que se vayan todos. Algunos seguidores de “Nuevo Perú” incluso acusan Arana de haber sido comprado por Keiko, sin embargo, los seguidores del “Frente Amplio” también podrían decir lo mismo de Glave que con su “abstención” ha salvado al gobierno de Odebrecht. No hay mal menor y la izquierda reformista se está pudriendo también con las instituciones burguesas que defiende. Unos piden que un parlamento corrupto vaque un presidente corrupto, otros que un presidente fujimorista disuelva un parlamento fujimorista. Otorongo no come otorongo, todo no son más que falsas ilusiones.
Los que hablan de “triunfo de la democracia, derrota del fujimorismo” van a tener que cortarse la lengua, porque con los votos de Kenyi ha triunfado en realidad un asqueroso pacto de impunidad total para Odebrecht y también para TODOS SUS PARTIDOS POLÍTICOS. El mismo PPK ha salido a anunciar la reconciliación y no la lucha final contra Keiko, una reconciliación que no solo incluye la capitulación o renovación del TC y la Fiscalía, sino incluso el indulto al mismo Alberto Fujimori. Como el reo Ollanta Humala ha declarado “el peligro no ha pasado”, todo lo contrario. La movilización del miércoles solo fue una primera advertencia, lo que se viene son más luchas y levantamientos contra un presidente totalmente desprestigiado, incapaz de imponer ningún nuevo proyecto minero ni defender los que ya están en curso, incapaz de seguir sosteniendo toda la podredumbre del orden establecido.
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