Lamentablemente lo peor del amarillismo que alguna vez ocurrió en la década de los noventa va volviendo a aparecer en medios opositores a tal o cual candidato presidencial. Mientras más cerca estemos al 6 de junio esto no se detendrá y, hasta incluso, empeorará. La imparcialidad se ha perdido y los intereses que están detrás de todo esto enceguece al ciudadano de pie.
Es debido a esta terrible coyuntura política que el Tribunal de Ética del Consejo de Prensa Peruano ha expresado su preocupación por la cobertura electoral. Invocando a la imparcialidad y transparencia.
Luego de la columna de ayer del director del diario La República, Gustavo Mohme, en donde sale a denunciar que el consejo de editorial retiró a Clara Elvira Ospina con votos del grupo El Comercio, el Tribunal de Ética expresa su preocupación respecto a decisiones pocos claras que impacten en asuntos de interés público (respecto al despido de Ospina a puertas de la segunda vuelta, luego de que ésta indicara que sería imparcial y no beneficiaría a ningún candidato).
También exhorta a los medios de comunicación, asociados o no, a ser transparentes con las motivaciones que subyacen a decisiones de esta naturaleza. Más aún, cuando estas puedan estar determinadas por la línea editorial por la que deciden transitar y, con mayor razón, si aquello involucra apoyar una candidatura política en particular. Asimismo, recuerda que los medios de comunicación no tienen que rendir cuentas ni a funcionarios estatales ni a políticos que aspiran a serlo, sino al público al cual se deben.
Finalmente, el Tribunal exhorta a todos los medios de diferenciar claramente la opinión de la información y “a cumplir con la cobertura imparcial y objetiva de los hechos noticiosos que la ética periodística demanda”, puntualiza el pronunciamiento.
