Opinión

Tras ocho años de la muerte de María Rostworowski

Una mirada a la intensa vida de una de las más importantes investigadoras de la cultura peruana.

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La pensadora barranquina María Rostworowski Tovar de Diez Canseco (Lima, 8 de agosto de 1915-Lima, 6 de marzo de 2016) vivió su vida entera en la investigación de las culturas prehispánicas de Perú y el Imperio inca.

A pesar de haber sido autodidacta y no haber optado a grados académicos, por haberse formado a través de lecturas bibliográficas, indagaciones de campo y la tutela de grandes maestros intelectuales como Julio C. Tello, Luis Jaime Cisneros, Luis E. Valcárcel y especialmente Raúl Porras Barnechea; Rostworowski, es considerada una de las más importantes historiadoras peruanas.

Su valentía era tan notable, que en medio de un ambiente que prácticamente era exclusivo para varones, se internó en la Universidad Nacional de San Marcos para beber conocimiento y participar de las cátedras como alumna libre, ya que no pudo ingresar a falta de certificados escolares y contra todo pronóstico se especializó en historiografía y en etnohistoria gracias al antropólogo norteamericano John Murra.

Hija de aristócrata polaco y de madre puneña, cuestionaba la falta de identidad nacional que era el emblema del peruano común que copiaba modelos foráneos, en desmedro del legado prehispánico que heredamos todos lo que nacimos en esta tierra.

Entre tanto, se desempeñó como agregada cultural en la Embajada del Perú en España (1964-1968), durante el primer mandato de Fernando Belaúnde Terry.

Rostworowski aportó importantes joyas de la historia peruana, entre ellas, la publicación Pachacútec Inca Yupanqui (1953), una invaluable biografía del monarca inca durante la expansión del Tahuantinsuyo, que le demandó diez años de trabajo e investigación. Luego, siguieron otras notables obras, entre ellas, “Curacas y sucesiones: costa norte, (1961), “Etnia y sociedad: costa peruana prehispánica” (1977), “Señoríos indígenas de Lima y Canta” (1978), “La mujer en la época prehispánica”, (1986), Doña Francisca Pizarro: una ilustre mestiza (1989) y María Fernanda Alvarado (1996), prácticamente, estos tres títulos analizan el importante rol que cumplió la mujer en nuestro territorio.

Asimismo, el sincretismo basado en la costumbre lo escribió en “Pachacamac y el Señor de los Milagros: una trayectoria milenaria”, (1992).

La tarde del domingo 6 de marzo de 2016 María Rostworowski falleció a los 101 años de edad y en medio de la sorpresa y admiración de los amantes de la historia peruana fue enterrada en el Cementerio Jardines de la Paz, en Lurín.

(Columna publicada en Diario UNO)

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