El presidente Pedro Castillo ha puesto a gente de su confianza en puestos claves dentro del Gobierno, metiendo a personas que no cuentan con el perfil requerido, pero que ingresaron a trabajar dentro del Estado gracias a modificatorias en las normas.
Un nuevo destape vinculado al entorno del presidente de la República, Pedro Castillo. En este caso los protagonistas de un nuevo capítulo de la lista de denuncias que tiene el mandatario son Nilo Irigoin Chávez y Jorge Tarrillo Gálvez.
Ambos hombres de confianza del jefe de Estado, son sindicados como los encargados en cobrar hasta 20 mil dólares por cada ascenso efectuado en las Fuerzas Armadas del Perú.
De acuerdo al informe periodístico, este caso sale a la luz luego que el exsecretario de Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco, brindara sus declaraciones ante la Fiscalía y revelara la estrecha relación entre Castillo Terrones y dos de sus agentes de seguridad.
También se revela que la historia entre Nilo Irigoin Chávez, Jorge Tarrillo Gálvez y el mandatario, nacería en Chota, lugar desde donde iniciaron su ahora cuestionada amistad, que se remonta hasta sus épocas de juventud.
Pero eso no es todo, tanta sería la confianza entre Pedro Castillo y sus guardaespaldas serían los encargados de recepcionar el dinero que cobraron para asegurar los “cupos” de los ascensos que se distribuyeron en su momento, en posiciones estratégicas del Ejecutivo y Legislativo.
Los amigos de Castillo
Asimismo, se reveló que Irigoin Chávez, “beneficiado” por su amistad y cercanía con el jefe de Estado, habría logrado una “posición privilegiada en la Policía Nacional del Perú”.
Es así que, para ejercer el cargo de escolta presidencial, se habrían modificado normas internas en la PNP, pues el “amigo Nilo”, como lo conocen en su entorno, no tendría cursos de protección y seguridad de dignatarios, requisitos indispensables para ser parte de la escolta presidencial.
Por todo ello, el dominical relata, que el “amigo de juventud” de Castillo Terrones, habría tenido el apoyo del comandante general de la PNP, Javier Gallardo, para formar parte del equipo de seguridad del presidente de la República.
Del mismo modo, Tarrillo Gálvez, quien se desempeñó como escolta del mandatario hasta el último mes del año pasado, pasó de un puesto a otro de manera inexplicable. El relato del periodista encargado de la investigación, asegura que este hombre de confianza del jefe de Estado, saltó a ser posicionado en un puesto clave dentro del Congreso, brindando servicios de seguridad personal.
El cambio de Jorge Tarrillo ocurrió “cuando el equipo de Fiscalización recibió facultades de comisión investigadora para el caso Sarratea. Ambos personajes habrían sido señalados como “las sombras” del presidente, y según las declaraciones de Bruno Pacheco, eran los encargados de cobrar coimas de 20.000 dólares por cada ascenso ejecutado dentro del Ministerio del Interior.