Historia de un nuevo robo en la Biblioteca Nacional del Perú

Cada día sale a la luz más evidencias de la mediocre gestión del Jefe de la BNP. El 04 de agosto publicamos un informe documentado que se tituló Ezio Neyra y el despilfarro de dinero en la Biblioteca Nacional del Perú, donde se detalló que en plena pandemia se realizó grandes pagos en soles y en dólares por producción de videos y consultorías. Además, mientras la biblioteca nacional permanecía brindando atención de manera virtual, se contrató el servicio de fotocopias y escaneos por el monto de casi S/ 300 mil nuevos soles.

Pero más cosas han venido sucediendo en esta institución, fundada por Don José de San Martín. Otra de las perlas negras son los continuos robos que se pretendieron ocultar a la opinión pública. 

El 03 de agosto del presente año, delincuentes ingresaron a la sede principal de la Biblioteca Nacional para robar equipos de cómputo de las oficinas. Dos días después, 05 de agosto, un nuevo robo se registró en la misma sede. Aproximadamente a las 9 de la noche, delincuentes treparon las rejas por el área del estacionamiento y se dirigieron al cuarto piso donde se encuentra la Oficina de Tecnología de la Información y Estadística. Lo sustraído de esa oficina por los delincuentes fueron cinco laptops y tres tablets.

Según nuestra fuente no todas las cámaras de seguridad se encuentran operativas en la BNP, es por eso en el video de seguridad solo se captó a uno de los delincuentes. Otra de las oficinas que fue violentada fue la de Dirección de Protección de Colecciones que se encuentra en el primer piso; de esa oficina los ladrones sustrajeron una computadora con información importante.

Sorprende la facilidad con la que los delincuentes ingresan a una institución que alberga nuestro patrimonio bibliográfico. Está claro que en la mediocre gestión de Ezio Neyra uno de los puntos más débiles es la seguridad. Pero lo que nos causa sorpresa, realmente, es que estos hechos se intentaron ocultar a la opinión pública, es decir, se trató de manejar de manera interna, pretendiendo esconder la gravedad de los hechos.

Al tener conocimientos del asalto a la BNP, nos comunicamos con la Biblioteca Nacional del Perú el 06 de agosto pero la recepcionista nos dijo que no había personal trabajando dentro de la institución, que por pandemia el personal realizaba trabajo remoto, y que no podía trasladar la llamada a la Oficina de Comunicaciones.

Luego de hacer unas llamadas conseguí el celular de Patricia Paz Panizo, jefa de comunicaciones de la Biblioteca Nacional del Perú. A las 10:53 de la mañana del sábado 07 de agosto la llamé y le comenté que teníamos información del robo que se realizó en la BNP; además, le señalamos que también sabíamos que se había detenido a uno de los delincuentes y que queríamos saber en qué oficinas y qué equipos fueron robados. Paz Panizo inmediatamente me solicitó que le envíe un correo para responder a la solicitud de mi información.

El correo fue enviado de forma inmediata con la siguiente solicitud:

“Estimada, Patricia. Te escribo para conocer detalles del robo que ocurrió hace tres días en la BNP San Borja, según tengo conocimiento se robaron equipos de cómputo y detuvieron a una persona. Quisiera saber qué equipos robaron y de qué área fueron. Además, si es que realizaron la denuncia formal en la comisaría de San Borja. De igual manera, conocer la identidad de la persona que fue detenida”.

Hasta aquí, desde la BNP no existía ningún pronunciamiento respecto a los robos ocurridos días antes. Solo después de nuestra llamada telefónica la Biblioteca Nacional publicó el sábado a las 7 de la noche un comunicado en su portal web (https://www.bnp.gob.pe/) donde dio a conocer a la opinión pública los robos que sucedieron el 03 y 05 de agosto en la sede central de San Borja.

En el comunicado de la BNP se señala: “Queremos informarle a la ciudadanía, que los días martes 3 y jueves 5 de agosto, en horas de la noche en ambos casos, una persona ajena a la institución ingresó de forma irregular a la sede de San Borja con el fin de sustraer lo que estuviera a su alcance en la oficina a la que tuvo acceso. En este caso se trató de artículos de oficina y cómputo. Tras revisar las cámaras de seguridad se denunciaron estos hechos en la Comisaria de San Borja, estando las investigaciones en curso. El autor de los hechos se encuentra detenido y el día de hoy, 7 de agosto, ha sido sometido a una audiencia en el tercer despacho de la segunda fiscalía corporativa penal de Miraflores-Surquillo-San Borja”.

Además, agregan: “Este hecho aislado no ha puesto en riesgo el patrimonio bibliográfico y documental que alberga la BNP en otro sector del edificio, y dentro de una bóveda de máxima seguridad. Cabe mencionar que la protección del material bibliográfico documental, su manejo y resguardo se halla normado por la Directiva N°005-2019-BNP: «Control y custodia de los repositorios de la Biblioteca Nacional del Perú», la cual se aplica con estricto rigor y se encuentra disponible en el siguiente enlace: http://www.bnp.gob.pe//documentos/resolucion_gerencia_general/2019/RGG-016-2019-BNP-GG.pdf#zoom=150&page=4 “.

Al final del comunicado, nos intentan decir que ellos no quisieron ocultar los robos ocurridos en la BNP y mediante esta información fomentan la transparencia: “El presente comunicado se comparte para fines informativos y fomentar la transparencia en la información referente en la información”.  Hay algo curioso en su forma de entender la transparencia, pues como señalamos líneas arriba, el comunicado fue publicado en su página web pero no ha sido publicado en las redes sociales de la BNP, es decir, el comunicado no aparece en las cuentas oficiales del Facebook y Twitter que maneja la Biblioteca Nacional del Perú.

El mismo sábado 07 a las 7:33 de la noche, recibimos la respuesta al correo de la jefa de comunicaciones de la BNP, Patricia Paz Panizo; su mensaje fue prácticamente un calco del comunicado, y en el cual no se respondió a todas las interrogantes.

Queda claro que nuestra llamada puso en alerta a los funcionarios de la BNP. Dos robos en una misma semana y en medio de los cuestionamientos de las jugosas contrataciones en la gestión de Ezio Neyra, nos permiten señalar con más contundencia que el actual Jefe de la BNP intenta ocultar su mediocre gestión con la finalidad de continuar en el cargo.

Ezio Neyra actualmente cobra 15, 600 soles mensuales, y por estos días anda planificando la forma de no perder su puesto en la BNP, como se puede ver en las «espontáneas y repentinas» columnas de opinión y muros de Facebook de lectoras y periodistas acomodados a los beneficios que brinda la amistad con el poder. Internamente se vienen ofreciendo incluso cargos y otras promesas con la única finalidad de que el ministro Ciro Gálvez pueda ratificarlo como Jefe de la Biblioteca Nacional y continuar así con sus actividades.

Esperemos que en los robos ocurridos no se haya perdido documentación de contrataciones y otros gastos que se han realizado en plena pandemia. Porque esto sería una obstrucción para la investigación de la Contraloría General de la República.