A raíz de la convulsión social que ha dejado más de veinte muertos y decenas de heridos a nivel nacional, el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas Arenas, anunció este martes que es posible el adelanto de las elecciones generales para diciembre del 2023.
En un pronunciamiento difundido por las redes sociales del JNE, Salas Arenas dijo que este escenario solo será posible si se eliminan las elecciones primarias, en las cuales los partidos políticos deberían escoger a sus representantes.
“El pleno del JNE ha tomado en cuenta la urgencia social generada y como tal [es preciso] señalar que, sacrificando las elecciones primarias, que son una necesidad esencial del proceso, estamos en vista de realizar las elecciones… hasta fines de diciembre de 2023”, dijo Salas Arenas.
El titular del JNE señaló que el sistema electoral, conformado por Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), está preparado para realizar las elecciones en estos plazos, con la misión de contribuir a la pacificación del país.
“Esta precisión la hacemos porque el sistema electoral se encuentra en posibilidad de asumir ese reto pese a las dificultades que connota, con la finalidad de apoyar en la tarea colectiva de sembrar la paz”, precisó.
#LoÚltimo | El Presidente del JNE, Jorge Luis Salas Arenas, se pronuncia sobre el adelanto de elecciones que se verá hoy en el Congreso de la República, en representación del Pleno del JNE y del sistema electoral. pic.twitter.com/Kj4Vlzxswx
El presidente del JNE se pronunció así antes de que el Congreso debata el adelanto de elecciones. La propia jefa de Estado, Dina Boluarte, también se ha mostrado dispuesta a concretar los comicios extraordinarios para el año 2023; sin embargo, todo dependerá esta tarde en el Pleno del Congreso.
Como se recuerda, el viernes pasado, el Parlamento no aprobó el proyecto de adelanto de elecciones, en particular por la negativa de las bancadas de izquierda que exigen que se realice de la mano con una Asamblea Constituyente, instrumentalizando las muertes de 26 ciudadanos en distintas partes del país como herramienta punzante para la convocatoria de una nueva Constitución, cuando esta fácilmente se puede realizar con mayor tranquilidad después de las elecciones generales.