Por Tino Santander Joo
La prensa limeña ha pasado por agua tibia el reciente hackeo al banco Interbank, en una clara muestra de subordinación a sus intereses. Los últimos días hemos respondido al llamado de miles de ciudadanos asustados por la exposición de su vida financiera, de sus ahorros, y de las perdidas económicas que les ocasionó la inseguridad del Interbank. Fernando Casanova y Raúl Monteagudo y otros dirigentes de la “Coordinadora de Familias por una banca solidaria” COFABS, no se dan abastos para atenuar el terror producido por el Interbank.
Ni la SBS, ni el gobierno, menos el congreso se ha pronunciado con claridad en defensa de los peruanos; al contrario, no saben cómo ocultar este hecho gravísimo que evidencia la incompetencia del Interbank en materia de seguridad cibernética; el debate periodístico gira en torno a las vulgares cirugías estéticas de la presidente Boluarte y a la protección gubernamental a Vladimir Cerrón, aliado del corrupto gobierno y de los partidos de centro derecha del congreso.
La confianza depositada en el banco se ha perdido, la nula supervisión y las regulaciones de ciberseguridad en el país son evidentes; la SBS esta pintada en la pared, porque nadie sabe si están exigiendo estándares adecuados de protección de datos en diferentes contextos y frente a los ataques cibernéticos que pueden llegar a ser devastadores para la economía y la seguridad nacional.
Los bancos en el Perú tienen una legislación ad hoc que los protege y defiende sus intereses en desmedro de los consumidores, porque, el estado nos percibe como consumidores y no como ciudadanos con derechos y deberes; nos hemos convertido en clientes esclavizados a los intereses del oligopolio bancario que controla la economía nacional y subordina a la clase política, y la prensa a sus intereses.
Identificar culpables en casos de hackeos bancarios es complejo, y la responsabilidad debería recaer en el banco, que tiene la responsabilidad de proteger los datos de sus clientes mediante sistemas de ciberseguridad seguros. Nada pasará, todo va a quedar como un incidente menor, tal vez la SBS imponga una sanción administrativa; Indecopi, de una “recomendación”; el gobierno y el congreso serán cómplices de la prepotencia del Interbank con su silencio e ignorancia.
Desde COFABS hemos propuesto abrir el mercado financiero a nuevos competidores para romper el oligopolio de los cuatro bancos (BCP, BBVA, INTERBANK, SCOTIABANK) y tener una forma eficaz de mejorar la competitividad que realmente beneficie a los peruanos. Raúl Monteagudo ha señalado que promover la entrada de más bancos y Fintech[1], y apoyar a las cajas municipales para que se capitalicen con socios privados va a intensificar el mercado y ofrecer productos financieros innovadores, seguros, y accesibles. Sin embargo, es necesario una regulación que favorezca la innovación y la competencia en tasas de intereses y otros productos financieros.
Nuestro colectivo ha creado un programa familiar de Banca solidaria que se llama “Ahorrar para Crecer” y miles de familias en estos años de lucha han empezado a tener una alternativa a los altos intereses, a la burocracia, y a la extorsión de los créditos gota. Estamos organizando pequeños bancos familiares que se administran solos bajo la responsabilidad de cada grupo y el éxito es increíble. Sin publicidad, sin el estado, sin los políticos podridos los peruanos nos podemos defender del terrorismo financiero, del Estado corrupto y salir adelante.
Nuestra lucha contra el oligopolio bancario se percibía como la de un grupo de radicales que denunciaban y solo tiraban piedras a una inmensa montaña de roca indestructible. Ahora, sabemos que son débiles y que nadie confía en ellos y que solo la organización familiar de los peruanos podrá fortalecer esta alternativa de la banca solidaria. Los bancos son una montaña de vidrio que los peruanos podemos ningunear creando nuestros propios bancos.
[1] Las fintech son empresas que utilizan la tecnología para ofrecer servicios financieros de manera innovadora, rápida, segura y accesible.