No van más. Luego de 24 años de operaciones comerciales, y con más de 60 locales a nivel nacional, tiendas Elektra anunció el cierre definitivo de sus actividades en el Perú.
Cabe señalar que, en noviembre del año pasado, un grupo de inversionistas peruanos adquirió el 100% de las acciones del Grupo Elektra, propiedad del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego. También se vendió la totalidad de las de Banco Azteca Perú, el cual operaba en el país desde el 2008.
“La operación de compra venta se llevó a cabo en estricto apego a la normatividad vigente y fue formalizada por las partes involucradas, mismas que estuvieron en contacto con la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (SBS) del Perú”, destacó Grupo Elektraen un comunicado en aquel entonces.
Debido a la pandemia los ingresos financieros del grupo cayeron en 21.1% durante el 2020 (menor en S/ 63.4 millones) en relación al 2019.
Por medio de redes sociales, la firma indicó este martes que todas sus unidades en el Perú bajarían sus cortinas, además de agradecer la preferencia durante los años que tuvo presencia.
¿Qué pasa con las deudas pendientes con esa tienda por departamentos?
Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School, sostuvo que la venta de productos estaba amarrada al financiamiento que otorgaba el Banco Azteca a los clientes, tal como se promocionaba en los catálogos de Tiendas Elektra.
“Todos los créditos que se colocaban tanto de tarjeta como préstamos directos para comprar electrodomésticos, lo sigue administrando Banco Azteca, con una mora bien alta, pero ellos se encargan”, mencionó.
Agregó que los clientes sí o sí tendrán que honrar sus deudas con las mismas ‘reglas de juego’ que se le otorgó el crédito: plazos e intereses.
“El que siempre llamaba a los clientes para cobrar la deuda no era el funcionario de Elektra, sino el de Banco Azteca. Por ese lado, los clientes de crédito no van a tener muchos cambios, así sea que la entidad financiera busque otro nombre en el país”, precisó.
Carrillo sostuvo que si llegara a cerrar el banco, ellos venderían esos créditos a otra entidad financiera para que cobren la deuda de los usuarios.
“Eso pasó con Caja Luren cuando quebró porque los créditos deudores lo vendieron a Caja Arequipa y BCP. La deuda no se va a perder”, puntualizó.