Lo que inició como una aventura vespertina detectivesca, una reunión llena de misterio e intriga sobre con quién íbamos a establecer el contacto para introducirnos al corazón de las tinieblas, entrevistar a los dirigentes de la agrupación MOVADEF, nos sorprendió al convertirse en el encuentro de una aglomeración de adeptos que deambulaban en una suerte de marcha-pasacalle.
Hubo temor, ante el escenario que no esperábamos, por un momento pensemos, ya que vislumbramos el inicio de la telenovela de zombies de las 10, pero no, en lugar de una película de terror nos sumergimos en una suerte de parodia cómica de un culto político neo-marxista, de colores tenues y percudidos, en donde predominaban además de muchos jóvenes, bastantes personas de la mediana y tercera edad, que comandaban la marcha con sus pancartas, mientras los jóvenes hacían lo mismo a través de los megáfonos, vitoreando arengas, dirigiendo a una masa que se movía al unísono y a paso sincronizado, en dos filas de parsimonia fúnebre llevando un globo en mano durante todo el manifiesto, un contrapunto diametral con las arengas que parecían, por un momento, causar el estallido de los inermes globos que cobraron vida esta tarde.
Podría decirse que Movadef es variopinto, no lo sabemos, los estamos conociendo ¿qué sabemos? Al igual que otros partidos, cuenta con varias cédulas, como lo son FUDEP, Runamasi y ASU, por mencionar algunos. La gran mayoría de sus integrantes, según refieren, son jóvenes. Cuentan con integrantes en Ancash, Puno y Huancayo, juventud universitaria si queremos ser más específicos.
Cuentan con una plancha para el ejecutivo de los cuáles, sesenta de sus integrantes son jóvenes, en donde un 60% de los candidatos a Lima también no pasan de los cuarenta años. FUDEP agrupa a los más jóvenes, los aglomera y cohesiona, “FUDEP vela por los intereses nacionales” en palabras de un informante. FUDEP es el protagonista, FUDEP caminó y marchó, pero más bien, ésta tarde, MOVADEF marchó, MOVADEF salió a las calles a protestar.
Salieron a las calles por tener un cupo en la vida política del país, por la nueva ley electoral que les exige 600 mil firmas para inscribirse como partido en los comicios y fundamentalmente, por la Ley 30414, aquella que no permite a los sentenciados y/o procesados por delitos de terrorismo, así como a los de probada inocencia y/o casos ya archivados, el acceso a la educación superior, trabajo en el sector público y participación política.
La marcha o procesión fue de un corte, digamos, fúnebre, del cual pudimos observar tres momentos. El primero fue la partida, que cobró vida e impulso por las arengas que hacían eco en la plaza y que creímos, por un momento, iban a explotar los globos y ventanas. En medio del desconcierto, curiosidad y la sorpresa boquiabierta de los transeúntes, así como el bostezo de una señora que caminaba en dirección opuesta a la marcha, se escucharon gritos como “Compañeros. Por la Amnistía General y Reconciliación Nacional” “Abajo la explotación capitalista. Viva la lucha del pueblo”. Estas arengas, estos discursos, en fin, todo lo que se transmitió, denotaba una especie de fuerza antigua, primitiva, que subyace a ese clamor, un drive volitivo que los reúne y agrupa como un puño en alto.
El segundo momento fue el plantón frente al Jurado Nacional de Elecciones. Se apagaron las arengas, ahora se asomaba un coro con interludios de música de banda a modo festivo, así como silencios frente al JNE. La policía llegó y entró en formación con sus escudos cara a cara con los manifestantes. Se les observaba tranquilos, riendo incluso, fueron pocos efectivos policiales que caminaban a sus anchas, conversaban y observaban.
El tercer momento fue la concentración en la Plaza San Martín, seguida en todo momento de cerca por la policía. En donde cada uno de los líderes dio un discurso cargado de energía, con el puño en alto. Humala, Crespo y Fajardo tuvieron unos momentos para dirigirse a sus seguidores y alentarlos a continuar en la lucha por la amnistía y la participación en la vida política del país, a que no se desanimen frente al Estado opresor, la derecha y los intereses del imperialismo explotador, la lucha por el bienestar del pueblo continúa, los jóvenes no deben olvidar.
El mitin finalizó y con ello vino la dispersión y al escribir esto recordamos que no les hemos relatado mucho, pero esperen pokemones, les contamos que en esta especie de sobremesa, desconcierto y silencio como cuando finaliza algún capítulo de Game of Thrones, conseguimos nuestro objetivo, entrevistar a Manuel Fajardo, abogado defensor de Abimael Guzmán, y a Walter Humala, primo hermano del presidente Ollanta Humala, así como también, a Nora… dirigente estudiantil de las bases del FUDEP.
Estén atentos habitantes del planeta Perú, esta semana les dejaremos algunas gemas del infinito para su deleite, las entrevistas, el virus-T aún no se ha transmitido, esperen las próximas notas con todas sus uñas.
Nos adentramos al corazón de las tinieblas y terminamos contemplando, sobre un cielo gris, un arco iris en la plaza San Martín, dirigimos nuestra mirada al cielo que nos recordaba en qué lugar estábamos parados, caminamos al centro cívico y recordamos.