Por Tino Santander
El viernes pasado, el BCP, acompañado de policías y matones pretendía desalojar de su casa a Víctor Palomino y dejar en la calle a una humilde familia que lucha contra la usura y la prepotencia del BCP. A los bancos no les importar la pandemia, la cuarentena, la crisis económica, social y, política que atraviesa el país, solo quieren esclavizarte y quitarte todo lo que tienes. La familia Palomino, en otras oportunidades a amenazado con suicidarse, prendiendo fuego a la casa como ha sucedido con otros dieciocho compatriotas que se quitaron la vida, porque, no soportaron el acoso y el terror de los bancos.
Miles de ciudadanos se pronunciaron en los colectivos que luchan contra el terror de los bancos y la complicidad de la SBS; han convocado a una reunión de emergencia para nuevamente movilizarse contra los bancos, el congreso y, el gobierno. Sin embargo, frente a este drama de millones de familias, en los medios de comunicación reina el silencio cómplice con el terrorismo de los bancos.
Ese mismo día, la barra brava de Perú Libre, -en el Cusco-, gritaba “cierren el Congreso” “nueva constitución” ante un desquiciado primer ministro que vocifera consignas demagógicas y un enajenado presidente sin autoridad; nadie lo respeta, es repudiado por las FFAA, los empresarios de turismo, campesinos y, la inmensa mayoría que ven con desprecio la sórdida lucha por el poder entre los grupos de derecha y los pájaros fruteros de Perú Libre.
Millones de familias necesitan urgente la ley de reactiva familiar, como la que tuvieron las grandes empresas; La congresista Margot Palacios, presento el proyecto de ley, pero, está encarpetado en la comisión de economía del congreso, que preside la congresista Silvia Monteza, de Acción Popular, partido vinculado al monopolio financiero y farmacéutico. La presidente del Congreso María Carmen Alva Prieto, se comprometió con la Central de Trabajadores del Perú (CTP) y los colectivos de deudores que esa ley seria prioritaria y no cumple su palabra.
El Congreso, está al servicio de los grupos de poder económico, no quieren debatir el proyecto de ley de reactiva familiar, tampoco, el proyecto de ley aprobado por unanimidad en la comisión de defensa del consumidor que establece que las medicinas que no necesitan recetas medicas pueden ser comercializadas en cualquier establecimiento público, pero se opone el banco Interbank; los químicos farmacéuticos que trabajan en sus farmacias reciben comisiones por vender las medicinas que producen sus laboratorios y se oponen a este proyecto que beneficiaria millones de consumidores. Indecopi, en silencio, el gobierno no existe.
Ni el congreso, ni el gobierno, menos los gobiernos regionales, municipales y, la mayoría de organizaciones sociales populares están desprestigiadas. La inmensa mayoría silenciosa no confía, ni cree en las centrales sindicales, en los frentes de defensa que se han convertido en instrumentos del poder político de turno que utilizan para defender posiciones ideológicas y no los intereses populares.
Víctor Palomino y su familia son el símbolo de esta lucha por democratizar el crédito, defender la vida, la libertad y, la propiedad de los más humildes. Está en marcha una revolución social silenciosa cuyos protagonistas están todavía desunidos y con reivindicaciones propias, pero la consigna de ¡Que se vayan todos! No está vacía, ni es un salto al vacío como señalan los defensores del sistema, al contrario, quiere cambiar las relaciones de poder en el Perú.
