Policial
Terror en SMP: delincuentes disparan más de 40 balazos a casas y vehículos [VIDEO]
Vecinos se encuentran completamente desprotegidos ante creciente inseguridad ciudadana.
A diestra y siniestra sin miramientos. Nuestro alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, hace unos días manifestó que en la capital se vive en completa “tranquilidad” y que es una completa exageración de los medios de comunicación eso de las balaceras y las extorsiones, sin embargo, pareciera estar siendo asesorado por la misma persona que le habla al oído a la presidenta Dina Boluarte.
El distrito norteño de San Martín de Porres (SMP) se encuentra a total merced de la delincuencia, viéndose escenas escalofriantes con varios cuerpos tendidos en el suelo, negocios cerrados a causa de los extorsionadores que no dudan en explotar sus fachadas. El pequeño, pero pujante distrito ha visto transformada sus calles y barrios por ciudadanos extranjeros sin oficio conocido, teniendo que reducirse en sus viviendas por temor a represalias.
No se exagera cuando la situación en el país se parece al Viejo Oeste, donde los malhechores, pillos, y embaucadores resuelven cualquier disputa a punta de plomo.
Anoche, delincuentes abrieron fuego contra todo lo que se les cruzara, sin importar que por ahí pasen personas inocentes; como producto de su total insania resultaron perjudicadas casas y vehículos. Y es que al menos 40 disparos se escucharon en esa denominada noche del terror.
Uno de los automóviles estacionados recibió más de 20 disparos antes de huir raudamente en una motocicleta. El propietario del auto afectado sostuvo que el ataque pudo haberse tratado de una confusión, ya que su vehículo es muy parecido al de una persona que, presuntamente, era blanco de extorsionadores.
“Creo que le estaban cobrando (cupos). Era un carro igualito al mío, polarizado, mismo modelo, todo. No tengo otros problemas, no debo a nadie”, declaró a TV Perú.
Los vecinos, preocupados por la inseguridad en la zona, exigieron mayor patrullaje policial para evitar nuevos episodios de violencia; muchos de ellos, ante el temor de una réplica, prefirieron cerrar sus negocios.