TEATRO PARA TODA LA FAMILIA: “CASI DON QUIJOTE”

Este año conmemora los 400 años de la muerte de dos grandes de la literatura universal: Shakespeare y Cervantes. Y nuestra cartelera les rinde homenaje con diferentes producciones.

“Casi Don Quijote” se presenta como una divertida opción para el público familiar. Un grupo de actores que no ha pasado una audición, decide poner en escena Don Quijote por sus propios medios. La tarea no es fácil y está llena de aventuras, hasta que encuentran un carromato en Teatrolandia, que les va a permitir realizar sus sueños.

El guión nos recuerda la versión de la directora Myriam Reátegui cuando se celebraban los 400 años de la primera edición del Quijote (2005). En esta puesta eran juglares  que llegan con un gran carromato a contarnos las historias del Quijote con pocos recursos y grandes habilidades escénicas propias del teatro medieval, con técnicas del teatro antiguo.

Aquí la obra está planteada con gags de humor, bien interpretados por un elenco que posee mucha simpatía y dominio en la composición de personajes.  El diseño y la realización del vestuario son impecables y ofrecen una gama llamativa y vivaz para el espectáculo.

La directora destaca por su propuesta coreográfica y coral, inventando juegos de palabra y de movimiento constantes, que nos mantienen conectados con los sucesos de Quijote.  Sin embargo, el ritmo interno y la musicalización del espectáculo son un punto frágil. Los actores están muy acelerados en sus textos; muchos niños alrededor mío le preguntaban a sus padres  ¿qué dijo? . Hay que considerar las diferentes edades y necesidades  del público infantil, que siempre es un público muy inteligente, sus reacciones son transparentes. Los cantos con guitarra funcionan bien, pero la mezcla pop radial y otros efectos uno sobre otro, y los textos que a veces parecen carrera de velocidad, hacen mucho ruido sonoro, esto puede mejorar.

El valor de la puesta es que podemos acceder a Don Quijote desde muchos puntos de vista, con referencias a nuestro mundo moderno inmediato, los mismos actores nos recuerdan que en el teatro todo es posible. Hay dos momentos que pudieran ser mejor aprovechados en ese sentido: cuando Dulcinea solitaria recuerda a Don Quijote en escena, y cuando Don Quijote reconoce su locura. Porque la fuerza del legado cervantino está en entender que lograr un ideal puede parecer una locura, pero en ello radica la capacidad de realizar los sueños del hombre y su capacidad de cambiar el mundo para mejor.

Es por ello que la escena del actor /niño que tiene problemas de pronunciación y que a pesar de la negación de sus padres llega a cumplir sus sueños, merece un momento más reflexivo y de interpretación clara, al igual que una resolución clara al final. Será un buen mensaje que calará en el público por ser trascendente, pues todos los niños deberán enfrentarse a ese dilema alguna vez.

Una producción cuidadosa, muy bien recibida por el público, y que esperamos pueda madurar como bien lo merece.

“Casi Don Quijote” con Manuel Gold, Cesar García, Fiorella Kollmann, Lizet Chávez y Francisco Luna bajo la dirección de Paloma Reyes de Sá. Sábados y domingos hasta el  17 de julio, en el Centro Cultural de la Católica.