“No es tiempo de sirenas”, en una única presentación el jueves 03 de abril a las 8:00 p.m. en el Teatro de la Alianza Francesa de la Av. Arequipa 4595, Miraflores. El ingreso es libre (capacidad limitada).
Un espectáculo sutil, ritmado por un repertorio de canciones que nos llevan al universo fascinante de la vida de artistas. Un “a puerta cerrada” tragicómico que expone el difícil cotidiano: la angustia perpetua de evitar las trampas de la migración femenina, un universo en el que el contrato de «artista de cabaret» colinda con una puerta abierta a la prostitución. Nadie emigra en toda impunidad. Sobre todo siendo mujer.
Medianoche… Dos hermanas cincuentonas llegan con un baúl a un sórdido hotel, la decepción es grande, Victoria y Gloria, de origen caribeño, dejaron todo para probar suerte en Europa. A primera vista, el sueño aparenta más tétrico que las expectativas. Apasionadas por el baile y la canción, forman un dúo despampanante, pero un poco anticuado: Las Sirenas del Caribe.
Victoria, la mayor, presenta a Gloria un contrato en un club prestigioso que resulta ser una quimera. Gloria está furiosa… ¿En qué galera la embarcó su hermana? Las cuentas se ajustan en ese cuchitril. Entre las dos mujeres, es la atracción-repulsión perpetua, un amor de hermanas reglado por los chantajes afectivos. Atrapadas en su propia red, resaltan una y otra vez las viejas rencillas sin asumir sus responsabilidades, ni el tiempo que pasa. Ellas se proyectan en un mundo que no existe. Obligadas a afrontar la realidad, se revisan y consideran nuevamente sus aspiraciones. Queda la incógnita si lograrán asumir su edad, aceptar su condición y salir decorosamente de esa situación.
La dirección queda a cuenta del maestro cubano Carlos Díaz, quien dirige desde hace 20 años el Teatro El Público cuya sede está en el Teatro Trianon en La Habana. La música, el movimiento y el canto están omnipresentes en sus producciones. Todas esas cualidades reunidas en una sola persona, hacen de Carlos Díaz el director ideal para dirigir estas dos hispano-suizas (Silvia Barreiros y Margarita Sanchez). Eso sin mencionar sus numerosas experiencias en países latino-americanos con los cuales tiene un estrecho vínculo, impulsado por la curiosidad, la voluntad de confrontar su teatro, de intercambiar, lo que corresponde perfectamente a la búsqueda teatral. Es el director cubano de referencia, sea en Cuba o en el extranjero.