Mediante sus páginas oficiales en las redes sociales, el Gobierno de Taiwán responde a las presiones que viene realizando la República Popular China contra la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el pronunciamiento oficial de Taiwán se lee: «El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China ha citado repetidamente la Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas como pretexto para presionar a la ONU y sus agencias para que aíslen y excluyan a Taiwán. Su esperanza es que al adaptar la resolución con su Principio de Una China, puedan representar falsamente a Taiwán como parte constituyente de la República Popular China».
Además, el comunicado de Taiwán agrega: «En realidad, somos una nación soberana y de ninguna manera estamos sujetos a la República Popular China. En 1971, la AGNU adoptó la Resolución 2758 claramente solo aborda el tema de la representación china en la ONU, no otorga a la República Popular China licencia para representar los intereses de Taiwán en el sistema de la ONU, ni declara que Taiwán es parte de la República Popular China. En palabras de la presidenta Tsai Ing-wen, «el camino que China ha trazado no ofrece ni una forma de vida libre ni democrática para Taiwán, tampoco soberanía para nuestros 23 millones de habitantes».
Hay que recordar que Taiwán es un país que defiende su libertad y democracia.
