Lo tuvo todo a sus pies: fama, fortuna, belleza, ropa de las mejores marcas, viajes a cualquier parte del mundo, acceso exclusivo a los mejores eventos, los mejores contactos de Hollywood, y sin embargo, lo ha ido perdiendo todo (incluyendo su cordura) a causa de las drogas. La modelo y actriz británica de 30 años Cara Delevinge ha sido recientemente captada con el rostro demacrado, yendo y viniendo sin rumbo fijo, ajena a lo que viene sucediendo a su alrededor.
CaraDelevingne es recordada por su gran papel de la PrincesaSorokina en la película “Anna Karenina” (2012) y dos años más tarde formaría parte del elenco del filme “The face of an Angel”. Pero una de sus mayores actuaciones en el séptimo arte fue en “Escuadrón Suicida” donde encarnó a Encantadora.
La modelo británica ha tenido más participaciones en películas que se convirtieron en las favoritas del público; sin embargo, otro de sus grandes talentos lo demostró en las distintas pasarelas de moda.
Durante muchos años Cara Delevingne fue considerada una supermodelo y trabajó con reconocidas marcas de vestuarios, perfumes, carteras, accesorios, entre otros.
Según informó Daily Mail las cosas no andan nada bien con la supermodelo y esto se pudo comprobar luego que la actriz Margot Robbie saliera de su domicilio -según el medio- algo molesta por la actitud de la modelo a quien se le ha visto con una imagen muy distinta.
El citado medio indicó que esto ocurrió en horas de la tarde del miércoles 14 de septiembre cuando Robbie abandonó la vivienda de CaraDelevingne que se ubica en West Hollywood.
Daily Mail recordó que el pasado 6 de septiembre la supermodelo fue vista en Los Ángeles con una apariencia totalmente diferente y caminaba en calcetines.
El medio de comunicación indica que sus fuentes aseguraron que Cara Delevingne no podía controlar los movimientos de su cuerpo, luego se sentaba en el piso y se tambaleaba de un lado para el otro.
Alejen a sus hijos de las drogas
Hoy en día la cultura del consumo viene impregnando fuertemente en la mente aún no formada de los niños y los jóvenes, quienes ven a personas mayores o de su misma edad, consumiendo drogas, sin percatarse del terrible daño que le están haciendo a sus vidas.
Comienzan como un simple juego, pero paulatinamente su propio organismo le va a ir exigiendo más, convirtiéndolo en un ser dependiente de esos alucinógenos. Es por ello la importancia de la constante comunicación entre padres e hijos, para que estos últimos no busquen respuestas en personas que no son de su entorno.
Las drogas, como el caso de esa supermodelo, no distingue condición social ni mucho menos económica, transformando a la persona en un ente que divaga en entre dos mundos paralelos.