Otra vez volví a sentir lo que los niños sienten en Navidad. Esa expectativa por los regalos, de una noche fantástica y maravillosa en la que el mundo solo gira alrededor de ellos. Aquellos sueños, añoranzas, intrigas y esperanzas decorando un momento tan corto que hay que estar atento para que no pase rápido sin poder disfrutarlo. La noche fue el 11 de noviembre del año pasado. Noche en la que Stephen King, escritor americano con más de noventa novelas escritas, algo de setenta películas basadas en sus obras (no cuento las series de televisión), denominado en el mundo como el Rey del Horror, se presentaba en Hamburgo para dar una lectura y a la vez promocionar Doctor Sleep, su última novela de aquel año. Este año ya publicó una más.
Ni bien salieron a la venta las entradas, puse manos a la obra. Aún así fue imposible encontrar algún asiento adelante, aquella parte estaba reservada para invitados de la editorial representante del Rey en Alemania (Heyne), también para los medios de prensa interesados, como muchos fans y yo, por no perderse nada de la aparición del Rey en Hamburgo en su «primera» gira por Europa. Me parece increíble que siendo quien es, teniendo la fama y respeto mundial que tiene, era la primera vez que se daba una vuelta oficial por el viejo continente. En fin. ¿Qué podía hacer yo? Solo me quedó agradecer que justo decidiera venir a Hamburgo. De todas maneras valió la pena mi esfuerzo prematuro por la entrada; unos días después se habían agotado las más de tres mil entradas disponibles.
Cuando entró por fin en escena el Rey del Horror, la ovación con todo el público de pie fue tal que creo él mismo no se lo hubiera imaginado. Yo mismo uno de los que aplaudía sin parar. Vestía un t-shirt plomo bastante viejo y unos jeans desgastados. No podía creerlo, la pinta que tenía, con su cabello largo cano a los 66 años, sus gafas de leer y aquellas ropas; se veía como un mortal común y corriente. No lo hubiera reconocido por la calle. Él, al ver a tres mil quinientas personas ovacionando sin parar, sus primeras palabras en alemán hicieron reír a más de uno. «Ich liebe Hamburg» (yo amo Hamburgo).
En realidad se trataba aquella noche de la presentación y lectura de Doctor Sleep, pero como Stephen King se encontraba por primera vez en Hamburgo, al comienzo todo no fue más que alegría, ovaciones, aplausos, entrevista no basada en esta novela y a mí me pareció escuchar incluso un par de «¡Stephen, we love you!» desde el público. Durante la entrevista, cada vez que se nombraban una de sus obras inmortales y bien conocidas por sus fanes, el público vitoreaba y celebraba sin parar como si algún cantante de rock tocará en el momento una canción inmortal. Stephen King se tomó al principio todo muy tranquilo y siguió contestado a las tantas preguntas.
Algo creo muy típico de su manera de ser, tan suelta, amena, y sin cola o dientes de vampiro, fue cuando el moderador le preguntó si el Rey todavía era capaz de asustar a la gente. La respuesta fue magnífica: «Esta noche no. No se puede asustar a la gente cuando están en grupos. —De ahí miró fijamente al público y continuó—. Pero no se preocupen, esperen que estén solos y lo verán». En realidad a cada pregunta, siempre regresaba una respuesta elocuente, imaginativa y con mucho carisma. A una pregunta sobre la historia de la novela del terror en Alemania, Stephen King hizo referencia a los hermanos Grimm aseverando que de niño le encantaban. «¡Caperucita roja! Mi escena favorita es cuando el lobo se devora a la abuelita. ¡Fantástica! Mis hijos siempre querían solo Spiderman y Hulk». Stephen King, entre otras cosas más, afirmó ser un escritor que escribe por instinto, y no de manera racional.
El moderador llegó de ahí a una de las preguntas infaltables cuando alguien entrevista a un escritor. ¿Está Stephen King trabajando actualmente en una nueva novela? La respuesta fue sí, y luego el Rey le preguntó al público si querían escuchar una historia. Todos gritamos sí, claro. Stephen King narró así la historia en mente, advirtiendo que no tenía final. «Un hombre arriba al aeropuerto de Laguardia en New York en un avión con bastante demora. Luego de bajar va a recoger su maleta, que por supuesto es la última en salir. El tipo tiene su esposa en otra ciudad, pero en New York una amante y muchos negocios por atender. Sale entonces del aeropuerto, coge un taxi completamente estresado, molesto, cansado. Delante de un semáforo, en un embotellamiento infernal y sinfín, su taxi se detiene al lado de un autobús. El hombre mira por la ventana y ve a una pareja sentada junta en el autobús, se le antoja entonces lo diferente que puede ser la vida de las personas a pesar de estar tan cerca una de los otros; ellos en su mundo, él en el suyo. De pronto, el hombre en el autobús saca un cuchillo debajo del gabán y le corta el cuello a la mujer. ¿Qué hace el hombre en el taxi? ¿Cómo reacciona? Pues aún no lo sé». Y así nos dejó. Bueno, nos había advertido que no había final.
Luego llegó un momento en que él tuvo que hacer hincapié de lo que se trataba todo: Doctor Sleep. King leyó el comienzo de su nueva novela de su iPad en inglés. Poco antes comentó que él no necesariamente deseaba escribir una secuela de The shinning, pero que le intrigaba sobremanera qué había ocurrido con Danny Torrance luego de lo vivido en el Overlook-Hotel con su madre y su padre. Recalcó que «lo maravilloso de escribir literatura fantástica, es que los personajes nunca mueren de verdad, siempre pueden regresar». Para los que no han leído The shinning, quizá hayan visto la adaptación de Stanley Kubrick de 1980 con Jack Nicholson como personaje principal. ¿Quién no ha visto la foto de Jack clavando el hacha en una puerta tratando de matar a su esposa e hijo?
Después entró en escena un actor de doblaje, David Nathan, que entre otras varias voces como la de Johnny Depp y Christian Bale, hace la voz de Stephen King en el doblaje al alemán de películas, televisión y audio libros. Stephen King escuchó atentamente. A la hora que David Nathan terminó, se puso de pie y pidió un fuerte aplauso. «¿No ha sido una lectura fantástica? No he podido entender nada, pero he podido sentir la música», afirmó.
Mi única decepción de ese día, pero supongo bien pensando por el Rey, fue que solo había disponible un contingente pequeño de las novelas de Doctor Sleep autografiadas. Y para sorpresa de muchos fueron vendidas a la «suerte». Es decir, al entrar el público al auditorio, fueron entregados a todos unas pulseras de plástico con seguros de distintos colores, al final se escogió el gris y solo esas personas podían adquirir uno de los ejemplares. Yo no tuve el color afortunado. Donde tampoco tuve suerte, fue cuando, casi al final de la presentación, se escogió a tres bienaventurados para que pudieran realizar una pregunta a Stephen King. Yo le hubiera preguntado: «¿Alguna vez ha visto en realidad un fantasma?».
Todo llega a su fin, y esa noche también tuvo que terminar. Al final me quedé con un sabor de boca exquisito. ¡Qué alegría poder haber visto a uno de los grandes en vivo y en directo! ¡Qué fantástico fue descubrir que a pesar de ser quien es, Stephen King posee una personalidad única, carismática, alegre y llena de experiencia! Luego solo me quedó confirmarme a mí mismo que me siento contento de pertenecer a los «Lectores Constantes» de Stephen King.
10 datos interesantes que quizá no todos sepan sobre el Rey del Horror, Stephen King.
1. Apenas recuerda haber escrito Cujo (1981), en aquella época era adicto al alcohol. La novela en todo caso ganó el Premio British Fantasy en 1982 y fue adaptada al cine en 1983.
2. Doctor Sleep es una secuela de The Shinning. La única secuela que Stephen King ha escrito o escribirá, usando sus mismas palabras.
3. Cuando Stephen King terminó de escribir Carrie, su primera novela publicada, la tiró a la basura porque no le convencía. Fue su esposa Tabitha King la que la sacó de ahí y lo animó a presentarla, considerándola una buena historia.
4. Su esposa Tabitha y su hijo Joe Hill también son escritores.
5. Stephen King ha escrito algunas obras usando el seudónimo Richard Bachman. Cuando salió a la luz quién era en realidad, el Rey le rindió un servicio fúnebre.
6. Tras su accidente en 1999, el escritor dejó pendiente el final de la saga The Dark Tower. Estando en el hospital recibió diversas cartas de fanes quienes le rogaban que por favor terminara la historia, entre ellos enfermos terminales y presos que fueron sentenciados a pena de muerte. Esto animó al autor a seguir. La saga fue terminada y contó de siete partes. En el 2012 Stephen King publicó The wind through the keyhole, considerada como la parte 4.1 de la saga.
7. Tocó la guitarra en una banda de rock llamada Rock Bottom Remainders.
8. Ha participado como actor secundario (cameos) en varias adaptaciones de sus obras, entre ellas Pet cementery, Thinner, The stand, The Langoliers, etc.
9. A sus fans, fieles seguidores, Stephen King los llama «Lector Constante» en su novela-autobiografía On writing.
10. Hace poco el Rey aceptó haber estado celoso de George R. R. Martin, autor de la serie de libros A Song of Ice and Fire, quien ha escrito capítulos de la serie de televisión basada en sus novelas Game of Thrones. Stephen King pues decide estar más activo con la última adaptación de una de sus obras a la televisión, y escribe el primer capítulo de la segunda temporada de Under the Dome.