Cultura

Stefano Bermellón: “Mi objetivo siempre ha sido crear una corriente y un estilo nuevo”

El artista Stefano Bermellón inauguró en la Galería José Antonio de Barranco, la primera individual con presencia de público desde que se inició la pandemia.

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Stefano Bermellón es un joven artista visual que cogió sus pinceles desde que se inició el aislamiento social y empezó a trabajar una nueva temática pictórica para poder exponerla en cuanto las condiciones sanitarias lo permitieran. En los últimos meses se han dado muchas exposiciones virtuales, pero hace unos días se inauguró en el distrito de Barranco la primera muestra individual con público presencial, desde que empezó la pandemia.

Bermellón ha expuesto en varias muestras colectivas en el país y una en Nueva York. Asimismo, tiene dos individuales en su carrera: la primera fue Innuendo en 2016, la segunda Pigmalión, en 2019, y esta vez acaba de inaugurar Glamour, su última individual y que auspiciosamente abre una nueva etapa en el circuito artístico limeño.

Aquí la entrevista:

Stefano ¿Cuáles han sido los entretelones de tu nueva individual?

Ha sido genial. La verdad, que en este caso inicié con una serie de obras terminadas en todo el proceso de la pandemia y fue en plena coyuntura del aislamiento donde yo aproveché para pintar muchísimo. Inicialmente, iba hacer una exposición que se iba a llamar Die Hard, donde personajes hollywoodenses del cine serie B iban a ser protagónicos, pero como a veces las cosas cambian… luego la idea se fue direccionando a una pintura más libre, con todo lo que es el color y la mancha, la libertad en la pintura. Luego hubo una confluencia entre el figurativo clásico y mezclar también lo contemporáneo y lo moderno del pop-art.

A diferencia de tus primeras individuales que eran ceñidas al figurativo realista, en Glamour, además de lindar con el pop, hay una simbiosis entre el figurativo, el abstracto, el chorreado y el difuminado. ¿Cómo se confluyeron estas técnicas que son diferentes?

Ha sido muy entretenido, la verdad, porque yo de niño siempre pintaba papeles con todo tipo de pigmentos. Y hacia manchas con la pintura derramada. Cosas que uno hace de niño, usaba el viento para que la pintura chorree y gotee, entre otras cosas. Y en este caso hice una combinación entre el figurativo y el dibujo, porque creo que siempre es muy importante el dibujo en una pintura, y mezclé el rigor del retrato con el realismo si se puede decir, pero ya no me interesa hacer realismo y lo unifiqué con esta libertad de pintar simplemente fluyendo y mezclando. Es algo interesante, porque no te aburres, como cuando haces a un personaje estático que es tal cual. En esta individual más que una mutación, hay una confluencia.

La pandemia desde el principio ha traído una crisis generalizada que afectó a todos, en especial, al gremio de artistas porque se vieron truncaron sus proyectos ¿Cómo te afectó la emergencia sanitaria y económica?

La verdad, no me puedo quejar, porque en esta pandemia he vendido mucho. Vendí muchas obras del estilo abstracto libre. Yo le llamo así porque son manchas y colores. Realmente, me parece que ha sido algo milagroso, porque sé que muchos artistas no han vendido durante la pandemia.

Lo que dices es insólito

Es insólito y no es insólito a la vez. Porque la gente también necesita color. La gente necesita arte. Y cuando lo necesita, obviamente algunos van a querer comprar arte a los artistas porque se identifican con la obra que el artista está haciendo.

Estuvimos en la vernissage de tu individual y fue sorprendente la cantidad de gente que asistió a pesar de las restricciones de la emergencia. La galería estuvo llena, pero lo más curioso fue la música Disco setentera que acompañó todo el tiempo a los invitados que incluso querían bailarla

Fue algo muy bonito, porque considero que hasta ahora ésta ha sido la exposición más linda que he tenido. Ha sido una cosa espectacular; yo realmente pensé que no iban a asistir las personas, pero ha sido una noche muy bonita porque han ido muchas personas que conozco y que no conozco. La música Disco para mí ha sido importantísima en este tipo de exposición porque refresca la onda, le da ese ambiente clásico setentero y el hecho de disfrutar al estar bailando con cada pista. Felizmente, eso se ha fusionado muy bien con todas mis pinturas porque la gente estuvo muy feliz; por eso es importante que el arte llegue a las personas masivamente a pesar del Covid, porque a pesar de todo lo malo que se ha vivido, el arte te refresca la vida.

Como artista joven que vive en el siglo XXI ¿Qué piensas de la academia clásica?   

La academia es importantísima en la formación de un artista visual, porque es un factor muy fundamental en todo lo que es pintura y en el dibujo. También el rigor, la mancha, el trazo… todo es muy importante porque si tú quieres demoler y romper, primero hay que construir. Tienes que aprender primero las reglas para poder romperlas. Yo soy fan del arte clásico; soy fanático de Vermeer, y de la técnica de Velásquez, pero también es interesante luego de haber pasado por esas escuelas y maravillosas técnicas, modificar para hacer algo nuevo.

Eres pintor y músico porque tocas la guitarra y el piano, pero también actúas en algunas producciones y además eres modelo de agencia ¿Es difícil juntar todas esas labores, o son parte de tu faceta como artista integral?  

Artista es la persona que hace algo con pasión y que lo hace bien. Artista puede ser una persona que lustra zapatos y los deja brillantes como un espejo. Ser artista es una mezcla de muchas cualidades. Y para ser más especifico, creo que el artista debe ser integral; el artista tiene que cantar, tiene que bailar o tiene que escribir, entre otras cosas más. Él tiene que ser multifacético, porque finalmente en su obra se va a ver todo ese licuado de información y talento que tiene. En mi caso, mi prioridad máxima es la pintura, y actualmente el modelaje, pero también tuve mi etapa de músico en conciertos y grabando discos con mi banda. Por ahora no estoy en ese ambiente porque estoy muy feliz en la pintura.

Cuéntanos un poco; ibas a actuar en un ópera con una compañía española y todo estaba listo, pero de pronto llegó la pandemia ¿Cómo se truncó ese proyecto?

Fue algo muy interesante porque la actuación ha salido en mí de una forma muy graciosa. Soy una persona muy atrevida y me siento como un ser camaleónico que se propone a hacer algo y lo puede hacer porque le pone dedicación. Yo iba a participar en Carmen de Bizet, una ópera famosa que se iba a realizar en el Gran Teatro Nacional. Lamentablemente no se pudo porque vino la pandemia y las personas ya no podrían asistir. También estuve en algunas novelas y en 2018 en el Gran Teatro Nacional participé en la opera Tosca con una compañía italiana; recuerdo que allí conocí al gran tenor italiano Iván Magri. Yo creo que se debe ser atrevido, porque así logras muchas cosas.

En líneas generales ¿Cómo ves el arte contemporáneo en el Perú?   

Creo que hay cosas muy interesantes… creo que el arte contemporáneo está avanzando mucho más rápido. He conversado con pintores muy reconocidos y que ya son ancianos, me refiero a los maestros Quintanilla, Galdos Rivas y Revilla y me han comentado de esa escasez de apoyo a los artistas en los años cincuenta y sesenta, porque era algo muy difícil a pesar que ya había medios de prensa; pero ahora como ya existen las redes sociales, ha aumentado muchísimo todo lo que es marketing y publicidad para el artista. Yo creo que se está avanzando mucho; sin embargo, creo que el ministerio de Cultura no apoya como se debe apoyar al artista, porque en otros países el Estado les da una mensualidad a los artistas para poder crear. Los mecenas serían importantes en este país, ya que hay tantos pintores muy buenos. En pintura, personalmente hay pocas cosas que me gustan. Por eso, mi objetivo siempre ha sido crear una corriente y un estilo nuevo.

Ya que mencionaste a algunos maestros de la pintura peruana; a pesar de ser muy joven has tenido la oportunidad de conocerlos ¿A quiénes conociste? 

Yo me siento el hombre más afortunado; la vida me sonríe felizmente. He tenido el privilegio de estar en el taller de José Tola desde los ocho años; me acuerdo que de niño le llevé unas caricaturas mías y él muy crudo me dijo: “No pintes estas huevadas… primero haz esto y luego haz esto”; luego me sacó un lienzo y en un minuto me hizo un bodegón espectacular que era muy proporcionado y me quedé impresionado. Después me sacó muchos libros de arte y lo primero que me dijo es: “hay que aprender las reglas para poder romperlas”; eso es algo que realmente me sirvió mucho. El maestro Galdos Rivas que es un genio del color, me mostró en su casa todo lo que es la teoría del color, la riqueza del color, la diferencia entre hacer una pintura sin vida y otra con un color con vida.

A veces visito a Polanco para que me explique la geometría de su obra. Con Carlos Revilla que es un pintor espectacular, tuvimos mucha química y me enseñó algunas cosas; además me sentí muy afortunado que él aprobara mis trabajos, porque me dijo personalmente: “Me gusta tu pintura porque ya tienes un estilo” y yo me sentí orgulloso que el amigo de Dalí… ¡imagínate! me diga que mi pintura le interesa y que me diera consejos como maestro… la verdad yo feliz.

Con Alberto Quintanilla hemos tomado muchos vinos tertuliando en su casa cuando llega de París. Él también es muy recto, porque cuando yo le decía: —sí sé de arte–, él me respondía: —Tú no sabes nada–, y qué le voy a decir a una persona que ha conocido a Pablo Picasso en persona y que Picasso le haya dicho a Quintanilla que él es el único aporte de todo Sudamérica. ¡Imagínate! él me dio catedra teórica y todo lo que tenga que ver con conocimiento pictórico.

Gerardo Chávez me habló sobre las muchedumbres, porque él también pinta muchedumbres y procesiones y me orientó sobre el dibujo y el trazo. ¡Qué puedo decir de Venancio Shinki! las veces que lo visité a su taller me habló de los grises y también me mostraba cómo hacía sus pequeños bocetos antes de pasarlos al gran lienzo. También tuve la oportunidad de visitar el taller de Fernando de Szyzslo y realmente fue muy gentil conmigo; hablamos de varios temas y sobre todo del color que logró dominar muy bien.

Las veces que fui a la maravillosa casa de Víctor Delfín él no escatimaba en darme consejos para esculpir. Y la única vez que fui a casa de Ramiro Llona también fue muy simpático y me mostró sus pinturas de inmensos formatos.

Y si te digo de Álvaro Suarez Vértiz que es mi tío (le llamo así de cariño), yo lo quiero muchísimo, aunque ahora está en España. Él siempre me alentó y me dijo: “Tienes talento, pero solo pinta y dibuja todo el tiempo”; Álvaro siempre me ha apoyado y me daba sus chisguetes costosos cuando yo no podía comprarlos; me regalaba otros materiales, me incentivaba y también me contaba las miles de anécdotas que había vivido y me hizo hacer una promesa: –que nunca deje de pintar–. Solo espero que vuelva de España para poder verlo. Yo me siento muy afortunado porque tengo el orgullo y el honor de haber conocido y de haber hecho química con estos grandes maestros; y encima que me hayan enseñado algo de ellos y de sus técnicas. Eso me ha ayudado muchísimo porque he licuado la información de ellos y he mezclado toda esa información literalmente; y eso la vida me lo ha dado, porque no lo aprendes en ningún lado.  

¿Qué harás luego de tu individual Glamour?

Mi muestra individual va a estar tres semanas abierta para el público y están invitados absolutamente todos. Para el cierre haré una clausura gracias al auspicio de vinos Ocucaje que hizo lo mismo en la inauguración. También estoy agradecido con el director de la galería José Antonio por haberme convocado a hacer la primera individual presencial durante la pandemia, porque creo además, que por estas fechas ha sido la primera de Perú. Pronto habrá otra individual mía. Ya estoy empezando a pintar un nuevo proyecto con una nueva temática y ya verán de qué se trata. Solo quiero decirles muchas gracias a todos los que asistieron a la inauguración y a todos los que me apoyan con sus alientos en las redes.

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