Literatura

«SOLO PARA RIBEYRO» ingenio y versatilidad en primera persona

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SOLO PARA RIBEYRO

Escribe Luis Moreno

Foto La República

La adicción, el racismo y los prejuicios se tocan con finos trazos de humor a través de tres relatos del virtuoso Julio Ramón Ribeyro, en una performance que mezcla el dominio escénico y la narración oral en la voz de Briscila Degregori. Un toque femenino cargado de ingenio que nos brinda una óptica diferente de la exquisita obra del narrador limeño.

“Solo para Ribeyro” es la propuesta con la que Briscila Degregori, bajo la dirección de Lorena Best,  amalgama la narración oral con la actuación, en una puesta en escena sobria y elegante. Una ágil mezcla de soliloquios con recursos minimalistas que, sumados a una correcta iluminación y a una notable capacidad interpretativa de personajes variopintos, funcionan de forma efectiva y logran que la audiencia conecte de forma inmediata con los tres relatos que componen la obra: “Sólo para fumadores”, “Las tres gracias” y “De color modesto”.

Tomando “Sólo para fumadores” como hilo conductor, Briscila logra que su voz picaresca y jovial se apodere de la historia. Nos brinda a Ribeyro con voz femenina, amena pero contundente; alegre, pero determinante, y nos lleva a través de imaginarios fundidos en blanco –como si el humo de miles de cigarros sirviera como cortina previa- a los otros dos relatos, en una alternancia dinámica que nos mantiene alertas y expectantes, siempre con la sonrisa presta a transformarse en una carcajada mientras nuestra mente hace el ejercicio reflexivo al saborear el ridículo de una sociedad clasista, racista y estúpida tan hábilmente retratada por Ribeyro en su prosa.

El manejo de elementos minimalistas (un perchero, una silla, un marco-ventana [que resulta hilarante en la narración de “Las tres gracias”] y una pila de libros) le dan el peso necesario a los momentos determinantes de cada relato. Briscila utiliza el recurso lúdico para interactuar con el público, emplazándolo a ser parte de la historia; desborda encanto y roba sonrisas cautivas mientras, cubierta por un hermoso vestido rojo, relata el alboroto que provocan las tres misteriosas hermanas en “Las tres gracias”; la necedad del solitario Alfredo al tratar de ligar con la sirvienta de piel morena en plena fiesta de alcurnia en “De color modesto”, o cuando, poniéndose en la piel de Julio Ramón (vestida con una gabardina blanca), nos cuenta la venta de sus preciados libros para poder sostener su placentero y nocivo amor por los cigarrillos en “Sólo para fumadores”. Las imágenes proyectadas sobre un fondo blanco, con fotos y frases del maestro escritor brindan las pausas necesarias para que el público recupere el aliento y pueda, nuevamente, sumergirse en el intenso flujo de la historia. La música, de principio a fin, alienta y entusiasma, y nos pega con precisión directo al alma.

“Solo para Ribeyro” se muestra así como un espectáculo que, recurriendo a un elemento simple y tan mágico con la narración oral, resulta novedoso y divertida. Un justo tributo a las letras de Julio Ramón, cargadas de una nostalgia y realidad que, a través de Briscila, logran renovar el vigor y la frescura  que siempre las ha caracterizado.

“Solo para Ribeyro” se presenta en el auditorio del Centro Cultural el Olivar de San Isidro (Calle La República 455), todos los miércoles a las 8 p.m. hasta el 19 de diciembre. La entrada general es de 20 soles. Estudiantes y jubilados, 15 soles.

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