El portal Ojo Público ha obtenido una valiosísima declaración por parte de una de las sobrevivientes de la masacre ocurrida este último domingo en el Centro Poblado de San Miguel del Ene, en las profundidades del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Por obvias razones, esta mujer ha preferido mantenerse en el anonimato para evitar represalias.
Trataremos de replicar, con la mayor fidelidad, la versión brindada por esa mujer que pudo presenciar en carne viva la atrocidad de ese grupo armado, presuntamente vinculado al Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP). La información aún es inexacta por parte del Gobierno Central y las Fuerzas Armadas (FFAA), y sería irresponsable no brindar los hechos con la mayor precisión posible.
Cuenta la mujer que se percataron de los hechos cuando comenzaron a disparar en el bar de enfrente. “Pensábamos que era una pelea de borrachos, pero disparaban más y más; y la dueña, sus hermanas y yo nos escondimos en un cuarto, que al final lo quemaron”.
La mujer, al percatarse de los disparos optó por esconderse debajo de una cama. La puerta estaba abierta y observó cómo asesinaban a la gente.
El relato de la testigo cada vez se va volviendo más crudo y difícil de asimilar por la insania de los perpetradores. Cuenta que los atacantes fueron tres personas vestidas de civil, atacando a las personas sin mediar advertencia alguna o discurso, solo dispararon a quemarropa.
“No hubo ningún cruce de palabras, por lo menos para decir que nos perdonen la vida. Nada, nada. A los niños, a todos les disparaban. Los que estaban afuera, a todos, a las chicas. Había una chica que se hizo la muerta y se salvó. Con ella al final me encontré en el monte, ambas estábamos heridas”, narró.
La mujer cuenta que cuando ya estaba a punto de escaparse hacia el monte uno de los sujetos se percata de su presencia y corre tras de ella. “Aunque sea hiéreme, pero no me mates, no me mates, por favor”, le rogó. El hombre la miró y le dijo: “¿Sabes qué?, por esta vez te voy a salvar la vida”. La mujer solo dijo recordar a tres hombres armados, con fusiles en el pecho, vestidos de civil, sin botas. “Eran como gente normal”, asegura la sobreviviente.
La mujer finaliza su declaración indicando que después de acribillar a los asistentes, observó cómo los asesinos revisaban los bolsillos de las víctimas, robando sus pertenencias, dinero, celulares y hasta se llevaron el dinero de las dos máquinas rocolas que funcionaban en ambos bares. “Eran civiles. No eran policías, no tenían polos negros de Sendero [Luminoso]. Era gente normal, vestidos con ropa a colores. No usaban botas. Dicen que los terroristas dejan su lema, que los terroristas son así y asá, pero no decían nada señor, solo mataban”.
Diferenciación entre Sendero Luminoso y el grupo de los Quispe Palomino
No se puede soslayar que los términos utilizados por parte de las FFAA y algunos medios de prensa han sido inexactos.
Ralph Zapata, periodista del mencionado portal web, recuerda que la facción que opera en el Vraem, al mando de Víctor Quispe Palomino “José”, se separó hace por lo menos una década de Sendero Luminoso y se convirtió en un grupo narcoterrorista.
“Desde hace una década, la facción terrorista de ‘José’ está más metida al negocio de la droga que a sus orígenes ideológicos o de captación. Entonces, eso es a manera de conclusión lo que nosotros hemos podido recolectar hasta el momento”, declaró.
“Las mismas autoridades se han encargado de advertir que ellos no pueden decir quiénes han sido los responsables porque no los han reconocido. Hay testigos que tampoco han visto de manera puntual que ha habido arengas subversivas, como suele ser el modus operandide la facción de José”, aclaró Zapata.
Las investigaciones por parte del propio Gobierno Central deben de acelerarse y ser sobre todo lo más transparentes posibles. Definitivamente estos hechos son terribles y lamentables, y por ello es menester su no politización.
