Sobre Pequeña novela con cenizas de José Carlos Yrigoyen

Dos son los méritos del libro de José Carlos Yrigoyen  Pequeña novela con cenizas (Lima, 2015): la buena factura de su escritura y el sensible y agudo acercamiento a la vida del cineasta y escritor italiano Pier Paolo Pasolini (1922-1975). Si bien la palabra “novela” aparece como parte del título, es difícil determinar si el libro pertenece al género de la novela o de la ficción en sentido amplio pues los datos y las reflexiones sobre Pasolini vienen de fuentes tales como entrevistas, trabajos biográficos, películas, correspondencia de o sobre Pasolini.

Quizás, lo menos interesante sea el clasificar este libro en algún género pues antes que las etiquetas cuenta la calidad. Pero lo que llama la atención es la voz narrativa elegida por el autor, opción que constituye un factor que no tarda en menoscabar los aciertos señalados de Pequeña novela con cenizas: un narrador que, desde el inicio, nos cuenta su malestar existencial, su profundo  mal-être cuyos orígenes se encuentran en una infancia marcada por una dolorosa relación con su padre.

A partir de ahí, asistiremos a la consabida historia de la relación padre-autoritario-que-no-comprende-a-su-hijo-sensible, hoy tan en boga entre los cultores peruanos de la llamada “autoficción”. Los pasajes sobre el “yo” del narrador con su padre son manidos: “Mi padre me pegaba e insultaba…” (p.16), “…pienso que obraba así quizá preocupado por mi discapacidad para comportarme según sus normas” (p.24). Cuando sus padres terminan por separarse, leemos que el narrador encuentra, como suele ocurrir, refugio, cariño y comprensión en el seno materno: “La nuestra era la complicidad que se tienen los recién liberados”.

Queda claro que el narrador se siente atraído por el cineasta italiano, como artista (cineasta y poeta) y como persona (su homosexulidad asumida), y empieza a escribir un ensayo sobre él pues nos dice que “nació en mí la urgencia de trabajar en un libro sobre Pier Paolo Pasolini” (p.11), aunque sin explicar la naturaleza de esa urgencia.

Ese trabajo será abandonado para ser retomarlo quince años más tarde, en plena crisis personal. La evocación de la elaboración de ese ensayo sobre Pasolini en el último tramo de su vida, integrará Pequeña novela con cenizas, en el que Yrigoyen mostrará fineza, empatía y originalidad.