SOBRE AMORES PROHIBIDOS

Escribe Rebeca Ráez

Qué mejor lugar para pasar un fin de semana romántico, que una playa al sur de Lima. Verónica está devastada, acaba de terminar una relación, se siente sola, quiere sacar un clavo con otro clavo. Juan Carlos es el buena amigo que escucha todo, que la comprende, que la apoya. Pero no desea estar con ella pues tiene otro amor, ama a otro hombre, lo ama intensamente, lo llama, lo busca, no tiene con quien compartir los secretos de su corazón. Verónica entra en estado de shock, la amistad de tantos años entra en riesgo. Sus reacciones son la representación de la cucufatería limeña, la hipocresía de la sociedad reprimida, la moral falsa de una sociedad que se ufana de estar libre de prejuicios, tan anclada en el “qué dirán”, disuelta en una serie de mecanismos que no permiten que los cuerpos se expresen y sobre todo, que el amor, se exprese en total libertad y armonía.

En esos momentos de la obra pienso que las relaciones homosexuales tienen menos crímenes que las relaciones heterosexuales, y esto es una estadística mundial. Entiendo los horrores de una violencia de género normalizada y legalizada. ¿Y seguimos insistiendo en negar las tendencias sexuales del otro, escandalizando y señalando la otredad como una enfermedad o un desvarío? Hasta tal punto que el otro tiene que vivir una doble vida, no puede expresar sus sentimientos en público, los convertimos en válvulas de tiempo, ollas de presión. Y aquellos que no soportan que el otro ame diferente ¿se han preguntado si son felices, si su sexualidad es plena? Posiblemente NO.

Ana Claudia Moca, joven directora egresada de la PUCP, coloca al público en tribunas frente a frente que producen la sensación del reflejo. Quien no tiene un amigo o familiar homosexual que tire la primera piedra. Es una dirección lúdica donde evidencia lo dramático de una novela mexicana con la vida real; donde los espacios fuera de la sala de encuentro son etéreos y vacuos pues los personajes se enfrentan a sus propias incertidumbres; y le recuerda al público que al final de la función puede expresar su punto de vista. Es un gesto muy amable, sobre todo para los eternos indignados del orbe.

Es una temprana obra de Rodriguez Risco, quien desarrolla en el sueño de ambos personajes,  diálogos intensos de lo oculto del inconsciente, que salen a luz como los secretos más recónditos, el espectador tendrá que tomar decisiones acerca de lo que escucha. Cheli  González Vera (Verónica) y Germán Pecar (Juan Carlos) logran una buena química escénica, relatando los conflictos internos de cada personaje, y ampliando el espectro de la complejidad de la relación en cada escena.

Si quiere una buena noche, AMARU es un excelente espacio cultural en el corazón de Barranco. Si llega temprano, puede recorrer los espacios de esta casona de 150 años que alberga una cafetería, productos orgánicos, artesanía, librería y una galería de artes visuales con una dedicada curaduría. De esta manera Tuétano Teatro nos da la bienvenida.

La Manzana Prohibida escrita por Gonzalo Rodriguez Risco / Temporada: del 23 de marzo al 14 de abril, de viernes a domingo a las 8:00 p. m / Lugar: Amaru Casa Cultural. Jr. Sucre 317, Barranco