Sinfonías de colores y de versos

Clara Shumann (1819/1896), fue una eximia pianista. Dotada de gran sensibilidad artística supo hacer del piano, instrumento musical creado en el siglo XVIII por el italiano Cristofori, una historia musical que ha perdurado en el tiempo. Sucesivas pianistas, como ella, lograron a través de gloriosas interpretaciones permanecer en la tradición musical mundial.

 Sus nombres no siempre son reconocidos porque no tienen el glamour  de las estrellas del cinema, pero están ahí y pertenecen a distintas épocas y países: Fanny Mendelssohn, Teresa Carreño, Myra Hess, Wanda Landowska, Yuja Wang, Mitsuko Uchida, Zenaida Gonzáles, Alicia Kig, Lola Astanova, Sonya Belousowa y en el Perú tenemos a la limeña Elsa Pulgar-Vidal, quien al decir del maestro mexicano Luis Herrera, “es una de las mejores pianistas latinoamericanas.” Su verdadero nombre es Elsa Catalina De Rojas Guedes pero desde muy joven adoptó el apellido artístico Pulgar-Vidal del que fuera su esposo.

Sus presentaciones en Lima y provincias son innumerables, lo mismo que  las realizadas en el extranjero como la de 1998 en el “Festival Tumi 98” de Canadá, organizado por el Patronato de las Artes de Perú en Toronto en el Centro Cívico de Scarborough  en donde fue distinguida “Por su invalorable apoyo artístico a la Comunidad Peruano-Canadiense”.

Pero su amor a la música, no la restringió  al campo de las interpretaciones sino que la llevó también a la de las composiciones musicales, teniendo en su haber, obras para piano, piano y canto y coro mixto. Algunas han viajado por Latinoamérica así su “Gran Vals Criollo- Clásico” a Bogotá y Buenos Aires, el vals  “Créele” y el blue-jazz “Beso Robado” a la Argentina, habiendo sido interpretados por pianistas y cantantes  de esos países.

El surrealismo en su vida

Sin embargo, esta gran pasión, no es la única que conmueve  a Elsa, pues  también la sedujo el surrealismo de Max Ernst y René Magritte y  así empezó a enlazarlo con las notas musicales del piano. Su surrealismo a diferencia de la de los nombrados, tiene un fondo espiritual como las creaciones de la española Remedios Varo y Uranga o de la inglesa Mary Leonora Carrington  y la mexicana María Izquierdo, pero con un sello personalísimo en donde destaca su origen limeño y peruano.

Y ahora las letras

Para coronar estas dos aficiones, Elsa Pulgar-Vidal ha llegado a las letras a través de la poesía. Pero no de la poesía usual, de ese hablar de sí y consigo mismo, sino de aquella que supera las barreras del tiempo y de la materia para acercarse a Dios, como lo hicieran  santa Rosa de Lima, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Avila, el poberello de Asís, San Francisco y el alemán Thomas Kempis.

En los versos de Elsa, resumidos con el título de “De tu Luz Revestida” (2008) impreso en Colombia,  encontramos una espiritualidad a veces semejante a la santa de Avila: Cual cristal puro quiero/por Ti ser traspasada:/ ser la mística lumbre/ de tu fuego sagrado” o a Isabel Flores de Oliva:¿Sabes, Señor amado,/ que tu barca navega/por el mar de mis ojos?. En cambio en “Sudario” (2015), es más humana, más cerca al mundo, al amor y a sus circunstancias: “Te quiero porque siempre te perdono/ y te perdono porque amo la parcela/ de ese bosque talado, en el que logras/rescatar la savia inerte de su médula/irrigando sus ríos cuando vuelves”.

Para completar sus obras  citamos a “Escudo Invisible” (2021), una narrativa que recoge testimonios de vida.

Por su destacada trayectoria artística y profesional, Elsa Pulgar-Vidal recibió en el 2010 El Chasqui de Oro, por parte del Ministerio de Educación y en los años 2017 y 2023 respectivamente, la Medalla de Honor al Mérito de la Labor Cultural y Medalla de Honor a la Peruana Emblemática-Sesquicentenario, por el Congreso de la República.

Para conocer otros aspectos de su exitosa trayectoria, Lima Gris, conversó con esta gran artista.

Tu trayectoria como artista es amplia y completa. ¿Sientes que te realizaste en todos los campos donde incursionaste o te falta algo?

Me siento plenamente realizada como ser humano y como artista. Siendo pianista, a los 16 años  debuté como solista en la Orquesta Sinfónica Nacional tocando el Concierto N° 1 de Chopin, y de ahí prosiguieron otras  presentaciones  tanto en Perú como en el extranjero. Este año estoy produciendo mi segundo álbum musical pero esta vez con mis composiciones. Algunas de ellas ya están en Spotify, Amazon, YouTube y demás plataformas, y pueden buscarme como Elsa Catalina o Elsa Pulgar Vidal. A propósito del día del padre, acaban de subir a las redes mi canción “Padre, te extraño”. También incursioné en la pintura, habiendo realizado 20 exposiciones individuales y numerosas colectivas. En lo que respecta a la narrativa fui finalista del Concurso Mundial de Poesía Mística “Fernando Rielo” con el poemario “De tu luz revestida”.

Tu manera de saludar imitando a nuestras aves, ¿es un sustituto del canto o también lo haces?

¡Es una humorada! Al silbar expreso mi alegría cuando contesto las llamadas de gente querida, por ello saludo de esa manera. Y el imitar a las aves me resulta en cierta forma como si en realidad cantara… Me fascina sentirme libre como ellas…

Me dijiste que sigues dando clases de piano. ¿Existen muchos alumnos inclinados a esa especialidad?

Si, continúo enseñando porque hay muchos estudiantes que eligen dicha especialidad. Es una inmensa alegría el haber guiado a pianistas y compositores que hoy están triunfando.

Sé que continúas pintando, ¿Hay alguna exposición en la mira?

Respecto a la pintura siempre estoy en constante actividad en exposiciones colectivas y, gracias a la virtualidad de estos tiempos, este 22 de junio participo en la “Exposición Virtual Internacional Árbol Primigenio” presentada por la Sociedad de Creadores del Perú Integramundos. También tengo pensado publicar un tercer libro de poesía y comenzar a escribir cuentos. Pero esencialmente, ahora estoy abocada a mis canciones y trabajando en los arreglos con los músicos y cantantes. Durante este año voy a seguir subiendo a las redes mi música.

Siendo madre de seis hijos y estar dedicada a la docencia y a múltiples actividades has logrado realizar lo que muchas mujeres dejan en el camino. ¿Cuál fue tu motivación principal?

Desde niña la música fue como el oxígeno para mi alma y constituyó una maravillosa unidad en medio de la diversidad de las artes.  Jamás dejé de perseguir mis sueños a pesar de los escollos y vicisitudes que afronté. Mi motivación fue el amor al Arte  pues la responsabilidad de desarrollar mis capacidades tanto en la música como en la pintura y  poesía no me permitían estar estática. Mi familia y mis hijos fueron mi principal soporte y mi mejor obra.