Por Edwin A. Vegas Gallo
En pasado congreso de fiscales ambientales latinoamericanos, el Contralor Nelson Shack, señaló que en el Perú la corrupción por inconducta funcional, en ausencia manifiesta de ética, causa un perjuicio económico de 24 mil millones de soles anuales, cifra que la hizo suya el presidente Otárola de la PCM, en reunión empresarial del Consejo de las Américas. Vale decir, sin conducta de ética pública y empresarial privada, no existe desarrollo.
Esta sed de ética, propicia desigualdades que agravan a la sociedad peruana en riesgo, traducida en crisis —entre otras— con inseguridad alimentaria, de precaria salud y educación; en la “pobreza paradojal” en medio de la riqueza potencial que disponemos, mal administrada por funcionarios anéticos (carentes de ética) que ahondan las inequidades, en desmedro de los sectores económicos de pobreza y pobreza extrema.
Este vacío de ética con prácticas corruptas, que raya en la injusticia histórica, genera impacto en la polarización social de la población (sobre todo andina y amazónica sureña), que reclama una democracia más activa y con presencia de un Estado puesto al servicio de los grandes problemas de la población con desigualdad ambiental, que sea efectivo, transparente, con rendición de cuentas con justicia social, favoreciendo el desarrollo regional y municipal.
Este “vacío de ética” que actúa como un “agujero negro”, nos exige cuestiones concretas para la erradicación total de la corrupción en todas sus formas seductoras y violatorias, así como políticas públicas consistentes con estándares éticos al servicio de la población vulnerable y que las asignaciones presupuestarias estén presididas por valores éticos, no como aquella que se han asignado los congresistas para sus seducciones en el presupuesto 2024, recientemente aprobado.
Esta sed ética para la sostenibilidad democrática es urgente para la construcción de una sociedad sostenible que nos conduzca a un proceso de emancipación, tal como enseñaba Paulo Freire ”nadie libera a nadie y nadie se libera sólo; los seres humanos sólo se liberan en comunidad”.