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«Silencios estridentes» de Melissa Arróspide

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Escribe Daniel G. Alfonso

“La pintura es un estado del ser… todo buen artista pinta lo que es”

Jackson Pollock

 

La abstracción en América Latina arribó como símbolo de modernidad y de actualización, como tendencia importada los artistas que se adscribieron a ella buscaron -como bien plantea la crítica de arte Marta Traba- “expresar libremente emociones y sensaciones, justificando así la fuerza espiritual del espacio vacío, la mancha o la pincelada suelta. Por eso hay un repetido tono poético en este territorio que se advierte en grupos o creadores individuales”. La abstracción, desde sus inicios hasta la actualidad, no niega ni se opone a la realidad; todo lo contrario, se inserta en ella y se considera una respuesta aguda y extensa a su estado múltiple y cambiante en tiempo y espacio.

Esta tendencia que se caracteriza por mirarse a sí misma, se extiende por todos los continentes para desde el propio lienzo en blanco reflejar todo lo que uno observa a su alrededor. El instrumento utilizado es la sensibilidad y el estilo empleado la voz propia del creador. Cada región asumió este proceso de diversas maneras. Por ejemplo, en Cuba (fenómeno que me toca de muy cerca), lo abstracto nace como respuesta hacia la dictadura de finales de los años cincuenta y, a su vez, como modo de ponerse al día con lo que sucedía a nivel internacional. Sin embargo, la historia del arte no figurativo de la Mayor de las Antillas no es el objeto de estudio del presente texto sino como se inserta la producción de la creadora Melissa Arróspide en el contexto de las prácticas artísticas contemporáneas en el Perú.

Melissa Arróspide se siente muy cómoda a la hora de explorar la vertiente del expresionismo abstracto en su quehacer; se mueve con libertad por cada una de las piezas que realiza, las que al mismo tiempo le facilitan al espectador que la conoce apreciar de forma directa su propia sensibilidad y personalidad. En todo su desplegar creativo vemos una inquietud constante por la emoción, sus telas resultan pasionales por el manejo de las manchas, el color, la gestualidad, el chorreado, la pincelada, el manejo de la espátula y las transparencias que logra. Su proceso revela cómo es capaz de vivir la pintura desde dentro -a partir de la primera aplicación del pigmento sobre el lienzo hasta el final-, de sentirla como si formara parte indisoluble y natural de ella misma.

La artista vive con gran intensidad cada una de las piezas, sus caminos expresivos y visuales son sinónimos de garantía estética, de buena técnica y de una atmósfera local que se torna universal. Su producción y lenguaje aborda temas que giran alrededor del ser humano, sus circunstancias y sus motivos interiores; son construcciones que juegan con los sentimientos y sus propias vivencias, aspectos que hacen que sus obras violen las distancias entre el espectador y su contenido pues éstas invaden y conquistan, reclaman y atraen nuestra atención. El color en sus telas adquiere un valor imperante llegándose a convertir en protagonista, es poesía visual que defiende el espacio en el que es colocado. Es tradición en su labor, belleza cromática y formal.

El lienzo para Melissa es un espacio que siempre la pone a prueba, ella nos propone acercarnos a acontecimientos emocionales suyos pero que ahora lo comparte con el público. Crea, asimismo, ápices abstraccionistas donde vuelca su interioridad como ser humano: reacción, conmoción o interpretaciones de situaciones determinadas; solo vale acercarnos, detenernos y ahondar en su mundo para encontrar los referentes de sus representaciones plásticas.

Melissa Arrospide es dueña de un lenguaje abstracto vital y sólido en el contexto del arte peruano, su inscripción a la pintura con un fuerte carácter universal nos permite afirmar que en toda su producción existe un imaginario que se encarga de exhibir la más profunda verdad de sí misma y del ambiente que le rodea. A su vez, logra establecer un diálogo directo entre realidad y ficción, su poética está dirigida hacia un orden marcado por el ritmo cromático, manteniendo siempre un equilibrio entre la libertad creativa y originalidad.

Inauguración: jueves 19 de octubre

Lugar:  Morphology, concept store

Dirección: Av. Mariscal La Mar 1332 en Miraflores.

 

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