La selección peruana de fútbol se encuentra en el sétimo lugar de las Eliminatorias al Mundial de Catar 2022, a cinco puntos de Colombia, país que actualmente ostenta la opción del repechaje. A falta de otra ronda de nueve partidos, en el equipo que dirige el entrenador argentino Ricardo Gareca, se observan grietas, aunque no precisamente futbolísticas.
En el portal ONCE, se reveló que la soberbia y la indisciplina han contaminado a tres integrantes del equipo de todos. Renato Tapia, Anderson Santamaría y Pedro Aquino son los señalados.
El hombre del Celta de Vigo español está más atento a sus redes sociales que al paupérrimo nivel de juego de la selección. No desea recibir críticas, ni siquiera si son constructivas, tal como la que hizo Roberto Palacios, quien cuenta con los galones para hacerlo. “El Chorri”, futbolista querido por todo un país, con 128 partidos con la blanquirroja, precisó que la selección no jugaba bien, y que un empate en casa era una derrota. Tapia lo tildó de enemigo.
Por su parte, Anderson Santamaría cambió drásticamente cuando se enteró que Gareca le daba la confianza para ser titular. La autosuficiencia mostrada en el campo, que provocó el empate uruguayo en el primer partido de la fecha triple y la dura derrota ante Brasil en el último partido, fue consecuencia de su comportamiento. Todo indica que no se ha percatado que somos la segunda peor defensa de las Eliminatorias (17 goles en contra precisamente, solo por delante de Bolivia), pues tercamente quiso salir jugando desde atrás.
Un caso aparte es el de Pedro Aquino. Su nombre se hizo tendencia rápidamente cuando se hizo conocida la lista de convocados. Nadie podía entender su ausencia pues el nivel del jugador del América mexicano es de los mejores. ONCE indagó en este peculiar asunto e informó que fueron sus actitudes fuera de lugar las que lo marginaron. No le agradó la idea de ser suplente y así lo hizo saber. Además, no tendría buena relación con varios miembros del plantel.
Otro jugador que se encuentra en el ojo crítico es Paolo Guerrero. El capitán del equipo, quien no marca hace dos años con la camiseta blanquirroja, no regresó con la ‘magia’ con la que se le caracteriza. Sus 37 años ya pesan y la operación a la rodilla a la que se sometió ha dañado su rendimiento. Su partido ante Venezuela, donde estuvo molesto y falto de fútbol, desagradó al plantel. No entendían cómo recibió la tarjeta amarilla que lo sacaba del encuentro ante Brasil. El goleador histórico tampoco entendió que tenemos el segundo peor ataque con solo ocho anotaciones.
Perú está dañado y el fútbol es, quizá, su problema menor.
