Exministros de Cultura: Patricia Balbuena, Rogers Valencia, Ulla Holmquist, Luis Jaime Castillo, Francesco Petrozzi y Sonia Guillén.
Todo indica que fue una especie de red de altos funcionarios con lo que Richard Cisneros Carballido fue favorecido con más de 175 mil soles en nueve órdenes de servicios desde el año 2018 al 2020. Dentro de esta red que recibían órdenes desde Palacio de Gobierno se encuentran seis exministros de Cultura que vienen siendo investigados por la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República y el Ministerio Público.
Como se recuerda, Richard Swing en el 2018 se reunió con Patricia Balbuena en el despacho ministerial. Luego de esa reunión Cinseros Carballido consigue sus dos primeras órdenes de servicio que se emitieron en la gestión de la exministra Balbuena, valorizadas por S/21 mil soles cada una. Luego de su salida del MINCUL Balbuena fue designada viceministra de Prestaciones Sociales del Midis, en octubre de 2019.
La información fue confirmada por los colaboradores protegidos con los cuales viene trabajando la Fiscalía, quienes también señalaron que las órdenes de servicios se hicieron por orden de Mirian Morales, exsecretaria general de Palacio de Gobierno y mano derecha del jefe de Estado, Martín Vizcarra. Además, según los audios difundidos, Karem Roca señala que Patricia Balbuena solicitó al presidente Vizcarra salir del país.
Otro de los exministros que favoreció a Richard Swing fue Rogers Valencia Espinoza. En su gestión se pagó con una orden de servicio para Cisneros Carballido por el monto de 7 mil soles en febrero de 2019. La tercera ministra involucrada en el favorecimiento es Ulla Holmquist, en su periodo Richard Cinseros fue favorecido económicamente con dos órdenes de servicio durante su gestión, la primera por S/ 7 mil y por S/21 mil la segunda. Ulla Holmquist luego de salir del Ministerio de Cultura ocupó el cargo de Directora del Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería hasta hace unas semanas.
El cuarto exministro involucrado es Luis Jaime Castillo, en su gestión se emitió otra orden de servicio para Cisneros por S/ 8 mil. Además, Castillo es uno de los principales promotores del MUNA, construcción que tuvo graves cuestionamientos de Contraloría. A esto se suma que Luis Jaime Castillo también fue denunciado por presunto acoso sexual.
Como quinto exministro involucrado en el favorecimiento a Richard Swing figura Francesco Petrozzi, en su corto periodo se emite una importante orden de servicio por le monto de S/ 27 mil soles. Luego de dejas el Ministerio de Cultura, el presidente Martín Vizcarra designó a Francesco Petrozzi como agregado Cultural del Perú en Alemania.
La sexta persona involucrada es ministra Sonia Guillén, en sus gestión la cual fue una de las peores gestiones en el Ministerio de Cultura, se descubrió las dos últimas órdenes a favor de Swing. Por S/ 33 mil 400 en febrero y por S/ 30 mil en abril, en plena pandemia.
Toda esta red de altos funcionarios recibían órdenes desde Palacio de Gobierno para la contratación de Richard Cisneros Carballido. Los testigos protegidos continúan brindando información importante a la Fiscalía sobre el teje y maneje en el caso que ha provocado un sismo política y generado que se corten cabezas del propio despacho presidencial.
Las investigaciones también arrojan una pirámide de responsabilidades en el caso Richard Swing. En el documento fiscal al cual tuvimos acceso se puede observar que la pirámide esta conformada con los siguientes responsables: Jefe de Estado, Secretaría General, Ministros de Cultura, Secretarios Generales, Directores y Jefes de Oficina, asistentes y servidores públicos.
Con este escándalo el Ministerio de Cultura sigue desacreditado, y con el pasar de los días van apareciendo más denuncias de corrupción y favorecimiento a familiares y amigos de los altos funcionarios del MINCUL.
Los artistas y trabajadores de la cultura vienen señalando que los Estímulos Económicos y el Apoyo Económico que destina el Ministerio de Cultura no cuenta con credibilidad ni transparencia. Lamentablemente durante los 10 años de su creación hemos sigo testigo que el MINCUL sigue funcionando como una caja chica. Ni siquiera el caso Richard Swing a podido detener las malas artes.