Temblores palaciegos. El presidente Pedro Castillo teme que su tan repetido “pueblo” esta vez le dé la espalda y lo saque de Palacio de Gobierno, luego de la denuncia constitucional presentada por la fiscal de la Nación Patricia Benavides, en donde se teje la hipótesis de que el jefe de Estado estaría utilizando la sede del Ejecutivo para direccionar licitaciones con sus distintos tentáculos tanto en el Congreso de la República, como con sus ministros y familiares.
Desde tempranas horas del día los ciudadanos que transitan por el Centro de Lima se han topado con un cordón militar que viene resguardando los exteriores de Palacio, llamando la atención a muchos pues no es común ver a efectivos de las Fuerzas Armadas realizando el rol de la Policía.
Sin embargo, la presencia militar se explicaría debido a la difícil coyuntura política que viene viviendo el país, en donde la máxima autoridad del país se encuentra inmerso en presuntos actos de corrupción, siendo él la cabeza de una supuesta organización criminal.
Cabe mencionar que ayer, Pedro Castillo hizo la aseveración sobre el inicio de un golpe de Estado orquestado por la oposición y que tendría la complicidad del Ministerio Público. La pregunta cae por sí solo sobre cuál de las dos fuerzas apretará el ‘botón rojo’: o Castillo disolviendo el Congreso o los segundos suspendiendo al mandatario.
