En el Perú actual el tema de la salud mental es preocupante y requiere de un nuevo enfoque, pues los prejuicios existentes en la sociedad impiden abordar adecuadamente la situación, más aun si se tiene en cuenta que las familias de pacientes que padecen de alguna enfermedad mental se sienten obstaculizados para hablar de un tema que debe ser abiertamente debatido.
Es urgente replantear el concepto de “enfermedad mental” y criticar razonablemente a la psiquiatría convencional. El movimiento denominado antipsiquiatría cuestiona a la psiquiatría tradicional el haberse entrampado en el llamado “Estado terapéutico” producto de un concepto en proceso de caducidad en el campo de la medicina.
Tal como lo he mencionado en mi artículo “La antipsiquiatría y su evolución contracultural”, el movimiento antipsiquiátrico se rebela ante una psiquiatría limitada o sojuzgada por una sociedad excesivamente medicalizada y una cultura que le rinde pleitesía a la industria farmacéutica y sus descomunales ganancias. Y además propone armonizar al paciente, sacándolo de la oscuridad del enclaustramiento.
Los pacientes que según la psiquiatría convencional padecen de trastornos psiquiátricos (tales como la esquizofrenia y otras psicosis) tienen derecho a su plena recuperación, al desarrollo normal de su vida y la inclusión social. Y este objetivo debe ser plasmado en un plan estratégico.
Las causas de estos males se están discutiendo en la actualidad. Una variable es la rebelión personal en relación a la libertad íntegra del hombre humanista, pero entre sus fines se encuentra asumir su experiencia vital, por ejemplo decodificación del pensamiento en establecimiento de la esclavitud digital. Se debe comprender que la esencia de la enajenación corresponde a ser el disturbio social, lo que –en un alcance científico– hemos denominado: doblegación de un cuerpo por intermedio de una estratagema eléctrica.
Debemos integrar socialmente la influencia nociva de los medios electrónicos masivos. En mi artículo “MK Ultra: La batalla científica para controlar nuestras mentes”, expongo sobre el nacimiento de las ciencias de la psicología, la psiquiatría y los medios de comunicación de masas desde finales del siglo XIX. Las investigaciones en tales disciplinas han considerado que son variables científicas la manipulación y alienación que se ejercen desde los medios comunicacionales.
(*) Escritor, poeta, editor y sociólogo. Presidente del Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y director del sello independiente Río Negro.