Opinión

Ruta Mario Vargas Llosa en Iquitos: un recorrido cultural inspirado en las novelas del Nobel

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Por Jorge Linares

El pasado viernes 28 de marzo se presentó la ruta turística “Los Caminos de Mario Vargas Llosa en la Amazonía Peruana” en las instalaciones del Double Tree by Hilton de la ciudad de Iquitos. Entre las novelas “La Casa Verde” (1966), “Pantaleón y las Visitadoras” (1973), “El Hablador” (1987), El Sueño del Celta (2010), “A Cuatro Manos” (no escrita junto a Gabriel García Márquez), cartas, testimonios, videos, museos, casonas de la época del caucho, cocina milenaria y la biblioteca amazónica, se fue construyendo esta ruta turística cultural que recrea la narrativa del Nobel.

“Por cierto, sabemos que hoy es su cumpleaños y notamos, como en años anteriores, que el mundo cultural se sumó a la celebración de su aniversario de vida con mucha devoción y, por supuesto, nosotros también suscribimos este sublime acontecimiento. Estuve en París y vi cómo un mural estaba revestido del poema “El barco ebrio” de Rimbaud, me pareció fabuloso, pues este tipo de iniciativas deben seguirse en nuestra ciudad como esta ruta turística. También asistí a la FIL de Bogotá el año 2014 y presencié la entrevista del escritor colombiano Gabriel Vásquez al Nobel Mario Vargas Llosa, y quien manifestó que le pasó una cosa interesante e inesperada, después de un viaje a la selva peruana, por cierto, el viaje más fértil desde el punto de vista literario que le inspiró “La Casa Verde”, “Pantaleón y las Visitadoras”, “El Hablador” y “El Sueño del Celta”. Sinceramente, nuestra ciudad de Iquitos fue una fuente de inspiración para lo narratorio de este gran escritor. A través de su obra novelística nos presenta diferentes personajes como Bonifacia, la aguaruna que luego de estar con las madres religiosas, termina como prostituta en “La Casa Verde”. Y el patrimonio oral es fundamental en el proceso de vida de las comunidades amazónicas y qué mejor descrito en la obra “El Hablador”, manifestó el escritor Percy Vílchez.



El gestor cultural Dr. Fernando Bravo Reátegui se sintió cómodo con la presencia del público, “me agrada que los escolares del colegio Fernando Lores Tenazoa y San Agustín hayan asistido junto a sus docentes, este tipo de espacios deben ser continuos por el bien de la lectura. Asimismo, mi intervención va a ser explícita sobre la obra “Pantaleón y las Visitadoras” que fue la cuarta novela editada el año 1973 y que parte de hechos reales. Tenemos que ser muy atentos para degustar la literatura, muchas veces se tiene que releer más de dos veces; en el caso de esta novela que fue estigmatizada por el sector político, pero hay que entender que la mayoría de los políticos no tienen el hábito de la lectura y menos sensibilidad a la literatura. El capitán Pantoja dejó un estilo de vida ejemplar para convertirse en un reclutador de visitadoras, algo que estaba en contra de sus principios, pero prima la orden castrense y respeto a sus superiores, llegando hacerle infiel a su esposa Panchita con la visitadora llamada “la brasilera” con quien se relaciona en un tórrido romance hasta que es asesinada y Pantoja organiza un entierro con honores militares, haciendo que los medios de comunicación y la población de Iquitos se escandalicen. Todo el país se entera de este incidente, el ejército desconoce esta convocatoria de mujeres, Pantaleón empieza a vivir una soledad sin esposa ni amante y es cambiado a Puno como medida de castigo. Pero al final, logra reconciliarse y retomar su matrimonio con su esposa Francisca en la sierra peruana”.

“El Sueño del Celta” es un espectáculo para los sentidos, Mario Vargas Llosa tiene una tentación por la proliferación, la huella del pasado está en todas partes de esta creación prolija, el personaje principal es Roger Casement, pero en torno a él, existen otros personajes que desencadenan pasiones y sentimientos encontrados, que son arquetipos colectivos para crear futuras novelas con los personajes de Leopoldo II, Joseph Conrad, Benjamín Saldaña Roca, Walter Hardenburg y el mismo Katenere que, por cierto, con su aparición y desenlace en la narración, la novela se humaniza, llegando a evidenciarse que los indígenas eran personas con sentimientos, desmitificando ese prejuicio aberrante, de que ellos eran considerados seres ajenos al dolor y sin ningún tipo de derecho a vivir de manera digna. También se antepone la importancia del legado de la escritura de Joseph Conrad, en la novela “El Corazón de las Tinieblas”, que es una obra decisiva para que el Nobel descubra y escrudiñe en la vida de Roger Casement y así unir eslabones del Congo con la Amazonía y dar creación a esta obra maestra “El Sueño del Celta”.

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