Muchos ya lo daban por muerto, otros cuestionaban de su verdadero estado de salud, pero lo cierto es que el zorrito que nos robara el corazón a principios de noviembre del año pasado actualmente se encuentra completamente rehabilitado y fuera de todo peligro.
Todos recordarán la historia del zorrito que acaparó durante algunos días la atención de todos los limeños, pues Run Run había sido vendido como un perrito a sus antiguos dueños, cosa que con el pasar de los días su verdadera identidad se fue revelando, ya que el zorrito andino tenía un comportamiento diferente a cualquier can doméstico.
Es así que pasaron los meses y Run Run escapó de su hogar en busca de otro tipo de alimento distinto al que le ofrecían en su antigua vivienda. Al Lycalopex culpaeus (nombre científico) se le veía merodeando los corrales del asentamiento humano Sol Naciente del distrito de Comas, teniendo como objetivo principal la caza de cuyes y gallinas, lo que motivó el enfado entre los vecinos quienes dieron aviso a las autoridades.
De esa manera se dio inicio de su búsqueda y captura, pero el pequeño zorrito era demasiado esquivo y solamente se aparecía por breves minutos en las inmediaciones del sector. Fue gracias a un elaborado plan que se logró con su captura, lo que derivó posteriormente a su traslado a un centro especializado para su cuidado.
Pasaron las semanas y Serfor indicó que Run Run se encontraba pasando por un proceso de cuarentena para determinar posibles enfermedades contraídas con el contacto con otros animales, estando monitoreado siempre por especialistas de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Lima del Serfor.
Una vez culminada su cuarentena, y comprobado que el zorrito andino se encontraba completamente rehabilitado y apto para ser reubicado, se procedió a inicios de marzo con su traslado a la ciudad de Cajamarca por vía aérea, para luego enrumbar a la Granja Porcón, localizada a 45 minutos en auto desde la capital cajamarquina.
Serfor resaltó que Run Run se encuentra en un ambiente amplio de 140 metros cuadrados, con un dormidero y un lugar para protegerse del sol. Su nuevo hogar está ubicado en una zona con un clima típico de su hábitat natural y cuenta con las condiciones adecuadas para su proceso de adaptación. Además, comparte su espacio con un ejemplar hembra de la misma especie que también proviene del comercio ilegal de fauna silvestre.
La Granja Porcón posee un bosque de pinos de más de 12,000 hectáreas, con amplia vegetación y paisajes típicos de la sierra cajamarquina. Se encuentra ubicado a 3,510 metros de altitud y alberga diversas especies de animales silvestres en cautiverio como jaguar, vicuña, cóndor andino, entre otras.
Asimismo, Serfor enfatizó que Run Run no podrá regresar a su hábitat natural, porque al haber sido extraído de la naturaleza cuando era una cría, producto del comercio ilegal de fauna silvestre, sus padres no le enseñaron a cazar, a alimentarse y a defenderse de los depredadores, por lo que debe permanecer bajo los cuidados humanos en un centro de cría.