Ninguna otra imagen sintetiza al Perú post dictadura tan perfectamente como el craso Alan García. Su volumen, su conciencia de sí – o su inconsciencia-, su vacuidad y su incongruencia lo encumbran como el «máximo» referente de la política peruana en los últimos 30 años, lo que es una verdadera tragedia para la dignidad, cada vez más escasa, de nuestro país.
Este «gran» individuo, tres veces candidato y dos veces elegido Presidente de la República es, para mal de todos los que lo llevaron a Palacio y, también, de todos los que suelen criticarlo, la figura del político peruano más «exitoso» desde hace tres décadas. Obviamente, la política y el éxito al corroborar que no existe otro sujeto capaz de disputarle la hegemonía descrita se transforman en un shock infeccioso, en un crimen, en la lepra, en los rigores de todas las fosas del infierno dantesco y en una abominación.
La noticia más reciente acerca del imperioso baluarte de impunidad y desvergüenza que es el ex presidente García ha llegado de Andorra, diminuto paraíso fiscal, en el que uno de sus compañeros más serviciales tuvo una cuenta cuyo contenido bordeó el millón de dólares.
Según documentos a los que ha tenido acceso el diario El País, Miguel Atala Herrera, exvicepresidente de PetroPerú , declaró en octubre de 2007 ante la Banca Privada d’Andorra (BPA) que quería depositar entre uno a diez millones de dólares. Según su testimonio, este importe procedía de diversos negocios pero lo más interesante es una suerte de acto fallido, ya que afirmó que a través del BPA podría cobrar una comisión “de unos inversores brasileños”.
En fin, pasó el tiempo, reventó el escándalo de Odebrecht e intervinieron los agentes jurisdiccionales de Andorra. Uno de los datos más relevantes, en este sentido, es que cuando la juez encargada de investigar los rastros de corrupción de Odebrecht en el minúsculo estado europeo, Canòlic Mingorance, intervino la cuenta de Atala en diciembre de 2015, esta solo registraba un saldo de 18.191 euros pero siendo que entre el 2008 y 2011 esa cuenta recibió 1.3 millones de dólares desde una offshore desde la que Odebrecht cancelaba sus sobornos, Klienfeld Services, esta sustracción de dinero ha sido tan poco justificada como su inicial depósito.
Debe considerarse que la Banca Privada d’Andorra y el Meinl Bank de Antigua y Barbuda, fueron los dos bancos preferidos por Odebrecht para pagar a los políticos y burócratas que les facilitaron las adjudicaciones de obras que han constituido el develamiento de la más grande red de corrupción de los tiempos modernos.
Y bien, ¿ cómo se vincula Atala Herrera con García Pérez ? Atala fue parte de PetroPerú desde el 3 de agosto de 2008 hasta el 19 de agosto de 2011, es decir que permaneció hasta el final del gobierno aprista y sacó tres semanas de ventaja al gobierno infausto de O. Humala. Además, según diversos reportes es tan íntimo de García que no solo le debe el cargo público que hemos mencionado sino que han llegado a conformar más de una ONG junto al perenne secretario alanista, Luis Nava. En este sentido, no se necesita ser Hamilton Prado, fiscal peruano encargado de investigar este caso, para especular la relación cercana y de subalternidad entre estos dos individuos, etc.
Si no se aprende a disfrutar de todos estos excesos será en vano vivir en el Perú actual, será divertido ser el tipo más amargo del mundo y será intrascendente que hayamos cursado retórica, análisis político y cinismo con el mismísimo Satanás. Sin embargo, valdría, también, que tuviéramos una Plaza de la Revolución – actual Plaza de la Concordia en París- y, sobre todo, que no fuese noviembre del año 2017 sino el 25 de abril de 1792*.
* Fecha en que se usó por primera vez la guillotina.
