Actualidad

Rosendo Li: Un artista plástico peruano en Montauban

Published

on

Rosendo Li, pintor y dibujante peruano  afincado desde hace casi treinta años en Montauban, ciudad del sudoeste de Francia, fue invitado el pasado octubre por el municipio local a exponer durante tres semanas un amplio conjunto de lo  más significativo de su trabajo. La muestra tuvo lugar en el emblemático centro cultural de la ciudad, el Ancien Collège, en cuyas instalaciones Rosendo Li presentó al público una veintena de sus creaciones, de formatos y técnicas diferentes.

Nacido en Piura en 1957, Rosendo Li estudió en las escuelas de Bellas Artes de su ciudad natal así como en la de Lima, lo que le valió obtener un diploma de profesor de Artes Plásticas al tiempo que se consagraba a la creación. A mediados de los años 1980 viajó al país de donde es originario su padre, China, en cuya capital siguió cursos de pintura mural. Fue en Pekín donde opta por emigra a Francia en lugar de volver al Perú. Tras una breve estadía en París se instala en Montauban donde continúa su trabajo al que, como todo artista consciente de su relación con el arte, ha dejado ya una impronta: Rosendo Li no vive para el arte y menos aún vive del arte sino que convive él. Por eso, en sus croquis, dibujos, pinturas y retratos  hay ya una seña que le es propia en cuanto a la forma  en la  que aborda sus temas: la historia del Perú y latinoamericana en algunos de sus momentos claves, la cotidianidad de las calles de Montauban, desnudos, retratos…esa seña es materializada por su trazo y el protagonismo de líneas, las que se superponen y potencian sus temas, y que no poco evocan las líneas de Nazca.

El Ancien Collège, severa construcción de ladrillos rojizos que data de mediados del siglo XVII, acoge una serie de obras obras de Rosnedo Li que vas desde dibujos a lápiz y/o tinta, kakemonos, como el intitulado “Tríptico” unas secuencia de tres instancias en torno al desnudo femenino, elaborado en acrílico sobe tela, de dimensión particularmente grande  560cmx180cm. Con la misma técnica están las tres pinturas murales Danseurs (1,2 y 3), de 190×520. Pero la exposición no se queda en este local sino que tiene una continuación, a unas cuantas callejuelas ed esta antigua ciudad, en la Maison du Crieur  (algo así como “La Casa del Pregonero”), otro centro  cultural montalbanés, en el que se expusieron sobre todo retratos, croquis, dibujos, en  su mayor parte de formato pequeño.

Esta exposición es un reconocimiento a la ya larga trayectoria artística de Rosendo Li quien, lejos de sus pagos piuranos, erige día a día, con sencillez y alejado de los mercados del arte, una obra auténtica, fruto de un trabajo constante, de la investigación, y de la búsqueda de la belleza para representarla con sus coherencias y sus descalabros.

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version