Su nombre es Rafael Burga y vino hasta la capital para expresar su apoyo al candidato Pedro Castillo afilando un enorme machete en los alrededores de la Plaza San Martín, sin embargo su accionar le ha traído una ola de críticas pues fue visto por muchos ciudadanos como amenazante y violenta.
Ante ello, Burga asegura que su intención no fue la de infundir terror sino que con su accionar quiso emular la extracción de la corrupción desde la raíz.
“Simplemente como quien dice: ‘sacar las raíces malas de la tierra, en este caso sacar todo lo malo de la corrupción y que entre todo lo bueno’”, expresó Burga quien no pudo ocultar una sonrisa tras su declaración.
Asimismo, Burga manifestó que los ronderos no son personas violentas ni radicales y que el machete no es más que una herramienta de trabajo que forma parte de sus tradiciones.
“Los ronderos no somos violentos, no somos lo que se imaginan. Somos muy consecuentes y no estamos para practicar la violencia, sino que (el machete) es parte de nuestras costumbres, de nuestro día a día”, aseveró.
Mencionado esto, el también ex vicepresidente de las rondas campesinas de Chota, pidió disculpas a todas las personas que se hayan ofendido con su accionar.
“El machete es parte de nuestro día a día, es la herramienta de trabajo del hombre del campo. Si a alguien le cayó mal esta acción, que no debió hacerse, pido las disculpas del caso. No lo he hecho con mala intención”, sostuvo Burga.
De otro lado, remarcó que, junto a diferentes colectivos del interior del país, se encuentra en la capital para ‘defender los votos’ del partido del lápiz, dejando entrever que se quedarán hasta la eventual proclamación oficial de Castillo Terrones como presidente electo del Perú.
“Somos un grupo de todo el país, hemos venido para reclamar nuestro voto. Creo que todos los peruanos merecemos el resto y estamos aquí en Lima a luchar por los votos”