Su pequeño cuerpo desnudo soltó el llanto al nacer en 1932, sus padres nunca se imaginaron que como llegó al mundo pasaría gran parte de su vida. Debió llamarse Adán pero su nombre es Rodolfo Muñoz del Rio, que con 80 años de edad continúa trabajando de modelo desnudo en Bellas Artes, ha pasado 67 años de su vida modelando, le pagan por quitarse la ropa, por mostrar la epidermis, jugando inconscientemente al inmóvil. Por una extraña razón, en los dibujos, pinturas y esculturas aparece joven, motivo por el cual es comparado con Dorian Gray.
Llega a Bellas Artes por las mañanas, los lunes, miércoles y viernes, con una pequeña bolsa bajo el brazo, marca su tarjeta dejando constancia de su asistencia, los alumnos combinan los colores mientras al frente Muñoz se desprende de su ropa, su cuerpo desnudo se convierte en una estatua humana, y los pinceles en el aula van dando forma a la figura más emblemática del desnudo en el Perú.
Su figura ha sido retratada por Humareda, Szyszlo, Tilsa, Tola, Ángel y Gerardo Chávez, son solo algunos nombres que desfilaron en las escuelas de arte por más de medio siglo. Un personaje tierno que encierra gran parte de la historia del arte peruano, un Hércules jubilado que sobrevive con un sueldo proletario, un enamorado que sueña con volver a ver a su gran amor arrebatado por el caprichoso destino, un ser humano situado en el remolino decadente de la cultura peruana, donde lo económico no es su mejor rostro.
“Tengo 67 años de trabajo, pero al jubilarme solo me reconocieron diez” comenta mientras terminamos los picarones en un intento de endulzar un momento de su vida. En esta entrevista Rodolfo nos cuenta sobre su vida y pasión de este trabajo poco común.
Viviste parte de tu niñez en Barrios Altos ¿Qué recuerdas de esa época?
Vivía en el jirón Junín, no recuerdo el número, frente al buque donde hay una piedra que según dice la leyenda, el demonio reventó cuando vio a uno de los frailes, allí viví muchos años.
¿Caminabas de la mano de tu padre?
Sí, yo era chiquito y lo jalaba, siempre iba con mi padre a comprar el pan todas las mañanas, a la altura de la iglesia Santa Clara y al costado se encontraba “El Molino” que era de un italiano.
¿Me hablas de la casona El Molino que tenía las esculturas en la entrada?
Sí, eran unas esculturas inmensas, yo tenía cuatro años, y le decía a mi padre, así como ese señor voy hacer yo, voy a posar, y mi padre me decía, sabes que, tú tienes que estudiar mucho, nada que posar que ni sabes lo que es posar, no me vengas con esas tonterías que no te voy a volver a traer a comprar pan. Yo a los cuatro años era muy despierto, todavía lo recuerdo, mi padre me compraba unas trancas que costaba dos centavos o un gordo que se le decía en esa época. Y bueno, siempre me quedaba mirando esas esculturas, porque no era una sino cuatro o cinco que estaban en la entrada.
¿Luego viviste un tiempo en Jesús María?
Ahí hice una parte de mi juventud, de allí nos fuimos a Breña.
De jovencito tenías buen cuerpo ¿te dedicabas a la gimnasia en el Salesiano?
No, yo estaba en el club la Guay que quedaba en Carabaya y del club me mandaban al estadio a practicar, más bien trapecio lo trabajé con un compañero de estudios, su papá tenía un circo que quedaba en el Campo de Marte, y yo vivía en Garzón, a la espalda del Campo de Marte, así que era fácil.
¿Trabajaste en el circo?
No. Nunca, solamente practicaba, querían que haga el trío con ellos pero no quise, no por temor a la altura, sino que yo tenía que trabajar en otras cosas y no me gustaba el circo.
¿Qué recuerdas de tus días de estudiante en el salesiano?
La torcida de mi nariz por jugar básquet con alumnos más altos, en ese tiempo yo estaba en segundo de secundaria y estábamos jugando con los de cuarto y por pasar la bola me dieron un codazo y me torcieron la nariz. Entonces, me dieron las facilidades para operarme pero sin embargo yo no quise operarme.
¿Y cuándo comienzas a trabajar en Bellas Artes?
Yo tenía 15 años y deseaba trabajar terminando la secundaria, y vi en el periódico que necesitaban bibliotecario, buscaban alguien fresco, recién salido de la secundaria, entonces yo me presenté, pedí permiso y entré, en el camino pregunté dónde era para el trabajo de bibliotecario, en el otro patio me dijeron. Entonces vi varios jóvenes y señoritas, y empezaron a llamar y me tocó a mí, me acerco y le digo buenos días señores he venido por el puesto, y me dijeron pase a ese biombo, desnúdese y preséntese, yo le digo lo siento, cómo, para ser bibliotecario hay que desnudarse, y me responden, lo toma o lo deja, esto es para modelo, se me vino el tic tac del modelado, embalé me desnudé y salí con unos calzoncillos largos que se usaba, y el director que estaba presenciando Germán Suarez Vertiz dijo, quítese el calzoncillo con una voz tan fuerte que yo ufff, rapidísimo me quité el calzoncillo. Haga usted una pose me dijo, que pose iba hacer. Risas.
¿Entonces, estabas frente a todos sin saber qué hacer?
Yo no sabía lo que era una pose en ese momento, pero ese tic tac de ser modelo me hizo reaccionar y comencé a flexionar mi cuerpo en posiciones que ellos me pedían, me senté e hice otra pose y me dijeron: usted en este momento se va a escultura. De los cinco que seleccionaron al final solo quedó una chica y yo, al siguiente día me presenté otra vez en la cola, y uno de los profesores me dijo ¿Muñoz usted que hace acá? y le respondo: estoy esperando que me tomen para seguir trabajando. Usted no se mueve hasta el día que le digan ya no lo necesitamos.
¿Qué recuerdas de ese primer día posando frente a los alumnos?
Fue muy agradable, me gustó, no me impresionó nada, yo en el estadio me desnudaba frente a mis compañeros y delante de las visitas, y no tenía ninguna dificultad para hacerlo, me fui y me cambié normal. Aparte en el club a la hora que terminábamos nuestro deporte nos desnudábamos todos juntos, las duchas eran corridas sin ninguna división.
¿Nunca tuviste problema?
Nunca habido problemas, yo nací para ser modelo, porque a la edad de cuatro años me gustaba ser modelo sin saber qué cosa era.
¿Si no hubieses sido modelo Muñoz, qué hubieses sido?
Me gustaba estudiar medicina, podría haber sido un buen médico.
En tu vida habido dos mujeres importantes, la primera es tu mamá.
Mi madre es la más hermosa, yo la tengo en el cielo porque a ella le debo la persona que soy yo, en el sentido del carácter, comprensible, con amor a la naturaleza.
¿Tú mamá fue una gran diseñadora?
Mi madre sí, era modista, cosía vestidos de novia muy hermosos, le hizo el vestido de novia a la hija del presidente Velasco, a cual tuve el gusto de conocer y conocer palacio, porque le invitaron a ella y yo fui con ella en 1975.
¿Qué recuerdas de la fiesta en palacio?
Nunca había estado en un palacio, una sala tan hermosa, todo de pan de oro, buenos espejos y una buena colección de cuadros.
Tu mamá tuvo una larga vejez, fallece a los 99 años
Bastante, bien disfrutada, a ella le gustaba mucho su costura, sus hijos, sus sobrinos, sus nietos, hemos criado nietos.
¿Cómo te llamaba de cariño tu mamá?
Rodito y mis hermanas me decían chino porque soy jalado, mi mamá en sus últimos días me decía que me quería mucho, que yo iba ser muy feliz en la vejez, porque tú has sido muy bueno me decía, me habló muy bien.
¿Es cierto que tu madre nunca se enteró que trabajas de modelo desnudo?
Nunca se enteró, se murió sin saberlo, ella y familia pensaba que yo era profesor en Bellas Artes, cuando iban a buscarme a la escuela preguntaban por el profesor Muñoz, y había un portero que me ayudaba y él los hacía esperar y entraba a buscarme. Hasta que un día salió en el periódico, pero mi madre ya había muerto, supe hacerla porque en ese tiempo el modelo de desnudo era mal visto.
¿Y quién fue Angélica?
Mi primer amor y único, no podría decir que tuve otro, si hubiese sido ingrato con ese cariño hubiera buscando otra mujer para hacer mi vida pero no, más me enamoré de mi trabajo de las poses, vivo las poses.
¿Dónde se conocieron con Angélica?
Acá nos conocimos en Bellas Artes y en menos de tres meses nos enamoramos.
¿Es cierto que era una guapa española?
Muy guapa, guapísima, los periódicos lo dicen, El Comercio lo dijo.
¿Cuánto tiempo duró ese amor con Angélica?
Habrá durado pues un par de años.
¿Y qué pasó, por qué terminaron?
No terminamos, se la llevaron, cuando ya estábamos relacionados para casarnos su padre se la llevó porque la vio desnuda, su padre no sabía que trabajaba desnuda, él pensaba que trabajaba solo el rostro y medio cuerpo pero no desnuda. Lo que pasa es que en esa época las puertas no la cerraban como las cierran ahora, estaban abiertas para que entren y salgan los alumnos, y él entró y lo primero que vio fue a su hija desnuda y eso no le gustó, no pasó ni quince días y se la llevó.
¿Te dejó un gran vacío?
Bastante, nos estuvimos carteando durante un año pero las personas que viven en España siempre paran cambiando de lugar, así que ya nos perdimos, nos perdimos.
¿La distancia los perdió?
Bueno la considero, todavía la tengo en mi corazón, sí, yo la amo. (Sus ojos llorosos crean un silencio).
¿Estaba todo planeado para el matrimonio?
Ya estaba todo planeado, si Juan Manuel Ugarte me dijo yo te regalo lo aros, y él se comprometió con su esposa a ser los padrinos, y bueno después de que se fue Angélica, Juan Manuel Ugarte iba a buscarme a la casa para consolarme se podría decir, me recogía y me traía a la escuela, como él vivía cerca pasaba con su carro, cruzaba por Castro Virreina y me buscaba para venir a trabajar.
¿Desde ese día decidiste estar solo?
Decide estar solo, pero no tan solo porque yo estoy con el arte, me acoge siempre Bellas Artes.
¿Sí tuvieras la oportunidad de decirle algo por última vez a Angélica que le dirías?
Que la sigo amando, que ha sido mi único amor, y tengo la esperanza de ir algún día ir a España y chocarme con ella, creo que dios dará ese motivo, pero tengo toda la intención de ir.
¿Cómo te la imaginas?
Ahora la veré gordita con media docena de nietos y un par de buenos hijos, porque ella en cuestión de corazón era una buena mujer y no se va casar con cualquier hombre, ha tenido que ser una persona con bastante sentimiento.
¿Por qué nunca tuviste un hijo?
El engendro del hijo podía haberlo hecho con Angélica, ese era mí pensar, yo mismo me juré que no podía casarme. Nunca encontré una mujer que amé como amé Angélica. Pero finalmente yo me casé con el arte.
Muñoz tu trabajo como modelo que ha llevado a trabajar no solo Bellas Artes, tú eres un modelo que es buscado por varias escuelas de arte.
Sí, varias instituciones, la Católica, Bellas Artes, Toulouse Lautrec, Corriente Alterna y agrupaciones de afuera, también hay veces academias pequeñas me buscan.
¿Qué es Bellas Artes para ti?
Bellas Artes es mi segunda casa, y no soy ingrato con ella porque siempre prefiero trabajar con ella, así me paguen menos, porque en otro lugar me pagan más pero yo prefiero trabajar acá, me acogen, acá tengo más calor más cariño.
Lamentablemente tu trabajo no está bien remunerado
No, nos pagan muy poco, para la vida que tenemos que llevar, debería ser al menos un poquito más, para poder venir más presentables, porque eso es lo que critican, no a mí pero a los demás, yo digo como van a vestirse mejor si no tienen cómo. En cuestión de los alimentos igual, antes nos daban los alimentos acá, hasta que nos quitaron.
¿Cuánto ganas por modelar en Bellas Artes?
700 soles al mes, no es nada, pero porque soy jubilado y no me descuentan, sino ganaría 600 soles. Son cuatro horas en la mañana y cuatro en la tarde, 10 minutos de descanso y 50 de trabajo sin moverse.
¿De estos 66 años de trabajo en Bellas Artes qué es lo que más recuerdas?
Al director Juan Manuel Ugarte, a Germán Suarez Vertiz, Ricardo Graú, Dávila, Mori, Sabino Springett, son los profesores que más estimaba y me estimaban bastante, de los cuales tres de ellos fueron mis buenos profesores.
¿Qué recuerdas de Humareda?
Lo que recuerdo de Humareda es cuando ha sido bien pobre y se le había podido ayudar, el se quedaba a dormir en la escuela, después cuando ya estuvo en segundo o tercer año ya comenzó a trabajar, y tenía obligaciones personales por el cual agarró y se tuvo que ir a vivir a un hotel, y su trabajo no solo era las pinturas o dibujos que podía vender o pasarlas por monedas, sino que él hasta vendía sándwiches a los alumnos con la finalidad de tener dinero para poder comprar sus colores, también vendía golosina como caramelos y así hacía su vida.
La otra faceta de tu vida también fue la pintura ¿estudiaste en Bellas Artes?
Sí. Estudie primero, segundo y tercero, el primer año lo estudie con Baca Rossi el escultor, me enseño dibujo y escultura que es lo más esencial acá, después agarre grabado y pintura, en el tercer año estudie con Sabino Springett, él era muy cariñoso y de algún sentido para él yo era uno de sus alumnos más engreídos, y recuerdo que por el día del maestro una vez bailé con su hija de una manera que se quedaron atónitos.
Hablando del baile ¿viviendo en Barrios Altos y Breña te gusta la salsa y la buena rumba?
Sí. Toda clase de música hasta huayno bailo, tango, charlestón he bailado.
¿En tu buena época de joven, es cierto que una vez participaste en Míster Perú?
Quién te dijo eso. (Risas). Bueno yo estaba en la guay, asociación de jóvenes cristianos que quedaba en el centro en Carabaya, yo soy socio desde la edad de siete años, actualmente soy socio vitalicio, bueno de la guay fuimos 46 muchachos, éramos fortachones, de los 46 sacaron siete, entre los siete estuve yo y participamos por Lima, de los 193 participantes de mi club quedaron cuatro, y entre los cinco últimos quedé yo, al final ganó uno que tenía sus musculitos bien formados, pero mejor formados los tenía yo, y entonces el público no permitió que ganara otro que no fuera yo, allí es donde quemaron el cine Bijou, bueno no lo quemaron todo pero quemaron bancas, butacas, las cortinas, hicieron lo que les dio la gana, pero lo hicieron por protesta.
Durante 66 años has dedicado tu vida al arte ¿cómo te ha ido económicamente?
A mí económicamente regular, no puedo quejarme.
Pero hay veces te vas caminando desde la escuela hasta tu casa en Breña, porque no hay para el pasaje
Sí, es cierto, anteayer me fui a pie, y estoy en las mismas hasta que me paguen, porque es el primer sueldo que recibo después de mi operación y hay gastos personales.
¿Cuántos amores has visto a escondidas en Bellas Artes?
Ufff, a escondidas muchas cosas incorrectas.
¿Los secretos Muñoz se lo llevará a la tumba?
Yo soy un libro, si yo comienzo a contar todo lo de acá, la escuela se acaba. Yo también tengo mis secretos así que no puedo decir nada. (Risas).
¿Hace un tiempo sufriste un gran robo?
Sí, en la Quinta Herén, me robaron 168 cuadros, entre ellos estaban los cuadros de Humareda, Tilsa, Szyszlo, Ángel Chávez y Gerardo Chávez entre otros, me dio mucha pena.
¿Crees que has tenido mala suerte?
No, por qué la buena suerte para mí es que todos me quieren, el cariño de mis compañeros, de mis alumnos, y de todas las amistades que me conocen, por al algo debe ser, pero me quieren mucho.
Muchas veces te han comparado con Hércules
Sí, me han comparado también con Narciso y con Dorian Gray.
¿El Dorian Gray del arte peruano?
Sí, del arte peruano, porque dicen que soy como Dorian Gray, que en los cuadros soy joven y en realidad tengo más edad. También me decían el cacique de Breña y el Hércules de los Barrios Altos, esos son los títulos que me daban en los periódicos y las revistas, antes por la calle la gente me gritaban míster, mister, y yo ni conocía a las personas, de los carros gritaban míster Muñoz, y bueno yo decía hola nomás, me hice bien popular.
¿Qué le dirías a todos los que te pintaron, a todos los alumnos y ex alumnos?
Que ellos serán mis hijos, y sus hijos mis nietos, yo les agradezco a los ex alumnos, de haberme hecho un estimulo hermoso, de haberme dado un homenaje en vida cuando realmente lo necesitaba, porque ya me sentía demasiado abandonado, y ahorita me siento así un poquitín por eso me verán con estos ojos (tristes) aunque me han dicho que voy a tener muchas sorpresas qué será, con tal que sean buenas y sanas.
(ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA LIMA GRIS N°3)