La peruana Gloria Ivonne Barrera Gutiérrez, más conocida como Robertha “La Voz del Amor”, abrazó la cúspide de la fama con una sobresaliente carrera en México, en las décadas del 60 y 70. Desde que empezó como modelo en la televisión en Lima, y al ganar el concurso «La morena más bella del Perú», supo que llegaría lejos.
Su belleza inigualable y el gran registro vocal que descubrió desde niña, la llevaron a incursionar en el mundo de la música y el espectáculo, hasta llegar a la industria mexicana y erigirse como la mejor artista vendedora en el sello de discos Capitol Records, grabando 40 LPs.
Mientras trabajaba en Televisa, la invitaron a Hollywood para el estreno de la compañía Apple Records, disquera que grababa los hits de los Beatles, y durante la presentación con los ejecutivos de Capitol, de pronto, tuvo al mismísimo Paul Mc McCartney a su costado y empezaron a disfrutar de la ceremonia como colegas de la disquera.
Entonces, grabó “Amor no llores por mi culpa” y se volvió en un clásico, con muchos millones de copias vendidas. Asimismo, Robertha hizo cine con Libertad Lamarque, y protagonizaron la película “Rosas Blancas para mi hermana negra”; pero también, participó en la telenovela “Los Ricos También Lloran”, con Verónica Castro.
Un buen día, junto a Rocío Durcal y Angélica María, mientras cerraban un espectáculo al mando de Raúl Velasco en Televisa, Robertha conoció al compositor español Alejandro Jaén, y desde allí no se separaron, hasta que llegó la ruptura.
Jaén, mientras culminaba su crisis de pareja con Robertha, se inspiró en su separación y compuso para José José, el exitazo: “Vamos a darnos tiempo”.
Robertha acompañó a su madre… la cantante internacional “Fetiche”, en sus espectáculos y hasta le planchaba el vestuario. “Yo me parezco mucho a mi madre en su voz. Y en carácter a mi padre Alejandro Barrera Dakar, campeón de lucha libre y actor que trabajó para Federico Fellini”. “Yo admiro el talento, la creatividad, y el arte”.
Cómo olvidar a “La Voz del Amor” cuando brillaba en los apoteósicos shows del Hotel Bolívar y del Crillón… por eso volvió a Perú para que las nuevas generaciones conozcan su trayectoria; porque la gente joven tiene la obligación de saber quién es Robertha.