Anoche se inauguró la muestra “Fragmentos perdidos de la República de Weimar Peruana” en la Casa O´Higgins del Jirón de la Unión, más de 100 obras realizadas por Ricardo Cassinelli, entre 1980 – 1992, periodo de convulsión política del país. Sin duda su trazo en la pintura no es su virtud, apuesta por lo básico, sin preocuparse en la simetría y el color; la importancia de su obra se sostiene en el registro de una época. Cassinelli es un artista que se desnuda sin prejuicios, para reflejar el instante en que la cultura popular ingresa como estampida golpeando la estética, tomando la ciudad, poniendo color bajo el cielo gris de Lima.
Sus personajes tienen la piel marrón, de rasgos toscos y sin espíritu, curiosa mirada del artista que crea una distancia con el pueblo. En sus obras Cassinelli muestra una marcada necesidad expresiva de su interior; el curador de la muestra Gustavo Buntinx comenta “Es un hallazgo histórico, es el eslabón perdido entre el pop achorado y el Neoexpresionismo, entre Huayco y Polanco o Piero Quijano”.